Una broma de pésimo gusto en un establecimiento de Calama resultó con un alumno en estado grave, luego que una estudiante le ofreciera azúcar a su compañero, cuando en realidad era soda cáustica.
Según los primeros antecedentes, los estudiantes llevaron bicarbonato de sodio y vinagre a clases, materiales solicitados por su profesor de historia, para realizar un experimento simulando erupciones volcánicas.
Una de las alumnas, en vez de bicarbonato, llevó soda cáustica y le ofreció a su compañero de mesa, si quería azúcar. Éste aceptó y consumió sin saber que se trataba de la peligrosa sustancia.
Luego de unos escasos minutos, el afectado comenzó a gritar de dolor al interior del aula, debido a que su aparato digestivo se estaba quemando. El estudiante fue derivado hasta un resisto asistencial donde se diagnosticó como grave su condición de salud.