Rompiendo el silencio que mantenían en los últimos meses, una serie de apariciones públicas han realizado el Senador Pedro Araya y también su hermano, el ex concejal Jaime Araya.
Las apariciones mediáticas del menor del clan, Jaime Araya, opinando sobre contingencia en el portal electrónico dirigido por el asesor comunicacional de su hermano, situación muy cuestionable desde el punto de vista de la ética periodística y también apareciendo más destacado de lo normal en un diario de papel de la ciudad, formarían parte de una hoja de ruta ya definida por el cerrado clan, que tendría como objetivo en primera instancia atacar al concejal del Movimiento Autonomista, Camilo Kong y luego a otras figuras del Frente Amplio, con el fin de posicionar a Araya en la ex Nueva Mayoría y reinstalarlo una vez más como posible candidato a gobernador regional y tras la derrota, aparecer como candidato a diputado.
En el caso del Senador, la primera etapa para mejorar su imagen consiste en imitar el discurso regionalista promovido desde hace años por el Diputado Esteban Velásquez. Para ello ha aparecido mediante publicaciones pagadas en redes sociales, precisamente el ámbito donde es el político regional peor evaluado y que posee menor número de interacciones, likes y seguidores, a pesar de las millonarias asesorías comunicacionales que contrata, considerando que es el político regional que más gastó en esa área durante el último año invirtiendo más de 35 millones de pesos.
Una situación que desde ya despierta las duras críticas y comentarios negativos por parte de los vecinos y trabajadores, quienes esperan llevar adelante una lucha en favor de la resolución de sus problemáticas sin que políticos con ambiciones electorales aparezcan a última hora y se apropien de sus banderas, más aún considerando el pobre desempeño electoral de los hermanos Araya, luego que su popularidad se derrumbara tras su vinculación a un escándalo de corrupción producto de las boletas que Jaime Araya emitió siendo concejal a SQM, controlada entonces por el ex yerno de Augusto Pinochet, Julio Ponce Lerou.
Un antecedente que podría ser una carga más que un aporte para cualquier lista electoral de oposición que terminara cediendo a las presiones que podrían venir incluso desde el Senado, para designarlos nuevamente como candidatos.
