Con un video a la policía de Minneapolis en EE.UU, así anunciaba su regreso Anonymous. Esto en el contexto de la muerte en ese país de George Floyd, un hombre afroamericano detenido por cuatro oficiales de policía que lo sometieron mientras él expresaba que no podía respirar.

“Estos oficiales deben enfrentar cargos criminales y el oficial (Derek) Chauvin especialmente debería enfrentar cargos de asesinato. Desafortunadamente, no confiamos en su organización corrupta para llevar a cabo la justicia” señalaba un hombre enmascarado. En el mismo video el grupo prometía exponer muchos de los crímenes de la policía a todo el mundo.

LA HISTORIA DETRÁS DE ANONYMOUS

Anonymous es un colectivo internacional activista conformado por hackers. Se caracteriza por ser descentralizado y no poseer un líder. Se les conoce principalmente por sus diversos ataques contra gobiernos e instituciones gubernamentales, aunque también por su combate contra corporaciones como PayPal, MasterCard y Sony, entre otras.

Más que ser un grupo, Anonymous es un movimiento y cualquier hacker que trabaja bajo sus ideas y se hace llamar Anonymous puede conformarlo. Las opiniones de los activistas difieren ampliamente, pero a modo general se oponen a la censura y tienen tres reglas: permanecer anónimos, no hablar de grupo, y no atacar a la prensa.

LAS FILTRACIONES

Horas después del video, cuentas de twitter como @youranoncentral divulgaron documentos previamente publicados sobre el involucramiento de Donald Trump con la red de tráfico infantil de Jeffrey Epstein, señalando “hiciste matar a Jeffrey Epstein para encubrir tu historial de tráfico infantil y violación”.

El tweet, que archiva “El pequeño libro negro de Jeffrey Epstein”, expone el nombre de personas que habrían asistido a eventos organizados por el pederasta estadounidense condenado por tráfico de menores. Además de Trump, otras figuras públicas en la lista son Naomi Campbell, Kevin Spacey, Mick Jagger, Alec Baldwin, y Michael Jackson.

Además a través de la cuenta @opdeatheater, Anonymous denunció que la muerte de la princesa Diana de Gales no habría sido un accidente, sino una orden de la familia real para evitar que ella divulgara el involucramiento de la realeza con esta misma red de explotación sexual infantil.

Como castigo a la policía americana el grupo también bajó la página de la policía de Minneapolis por varias horas, filtró contraseñas y correos de sus funcionarios y según dicen algunos, hackeó las radios de la policia en Chicago para hacer sonar “Fuck the Police”.

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