Presidenta Regional del PS señaló que “se faltó el respeto” a su partido al pedirle la renuncia al ex Gobernador Hernán Vargas y que lo acontecido sería una “operación política” orquestada por los Senadores Pedro Araya y Alejandro Guillier.
Sorprendida por el revuelo que ha causado la renuncia a su cargo como Asesora de la Intendencia Regional de Antofagasta, se mostró la Presidenta Regional del Partido Socialista (PS), Andrea Merino.
En conversación con El Diario de Antofagasta, la también concejala de la comuna indicó que su salida se trató de una decisión largamente meditada tras la salida de Hernan Vargas de la Gobernación Provincial de Antofagasta, luego de acusaciones sobre la veracidad de la pensión Valech que recibe, como víctima de los abusos cometidos por la dictadura.
“Él es un militante histórico del partido y lo ocurrido se hizo de una forma muy poco respetuosa. Se sobrepasaron ciertos límites. Una cosa es querer cambiar a un gobernador, otra es destruirlo“, indicó, añadiendo que medios de comunicación de la ciudad, en especial El Mercurio de Antofagasta, presentaron como hechos comprobados las denuncias en contra de Vargas, sin confirmar su veracidad.
Consultada respecto a las razones que habrían desencadenado estos hechos, señaló que se trata de “una operación política” orquestada por los Senadores Pedro Araya y Alejandro Guillier.
Finalmente, argumentó que en ningún caso este hecho significa un quiebre en las relaciones del PS con el Gobierno Regional, pero que desde fuera de la Intendencia cuenta “con mayor libertad. Alguien debe decir ciertas verdades“.
