La muerte de Mario Alberto Canales Najjar, líder de la Federación Mexicana de Caza (FEMECA), puso en evidencia el negocio de la caza deportiva. La fiscalía argentina abrió una investigación para esclarecer el hecho y analizar los permisos de caza de la empresa que organizó el viaje, concretamente para comprobar si tenían la documentación requerida para cazar búfalos.
Mario Alberto Canales Najjar, el presidente de la junta directiva de la Federación Mexicana de Caza (FEMECA) desde 2018, murió tras ser embestido por un búfalo de más de una tonelada en una zona rural de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, en Argentina.
Los hechos ocurrieron el 7 de octubre pasado, cuando el experimentado cazador mexicano de 64 años, armado con un rifle calibre 408, se acercó a unos 30 metros del animal de 1.100 kilos para dispararle.
Cabe destacar que el búfalo estaba en su hábitat, en el campo Punta Caballos, a 40 km de Gualeguaychú, en la frontera de Argentina y Uruguay.
Sin embargo, su disparo no consiguió abatir al búfalo y el animal, enfurecido, se lanzó sobre el cazador y lo embistió con sus cuernos, según narra el diario argentino Página/12.
El guía turístico que acompañaba a Canales Najjar y otros tres amigos –prosigue el medio– disparó entonces varias veces más contra el animal hasta que logró separarlo del cazador.
Canales Najjar era abogado con oficina en Ciudad de México y, además de desempeñar como presidente del Consejo Directivo de la Federación Mexicana de Caza y Tiro A.C., también era vicepresidente de la asociación Unidos por un Manejo Sostenible de Nuestra Biodiversidad (UNBIO). Esta organización se compone de más de 50 asociaciones especializadas en materia ambiental, de acuerdo con la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), según informa Infobae.
Durante una entrevista en 2016, Canales Najjar dijo que era “un apasionado de la cacería” y “defensor por convicción de la cacería responsable, la cacería ética y la cacería legal como un medio de conservación”.
Según Perfil, el mismo año el cazador aseguró que la cacería legal producía un incremento de los recursos económicos que motorizaba el crecimiento de las regiones involucradas.
“Lo que nosotros defendemos es que la cacería legal, la cacería organizada, produce derrama de recursos económicos”, indicó.
