La presentación de “Moderna” a inversores ha puesto en evidencia los esfuerzos de la biotecnológica con sede en Massachusetts, Estados Unidos, para desarrollar vacunas contra el VIH. Lo que se ha visto beneficiado por estudios para combatir el Covid-19.
VACUNAS CONTRA EL COVID-19 HAN AYUDADO A LA INVESTIGACIÓN
Cuando el VIH ingresa al sistema, permanece activo en un pequeño número de células del cuerpo si no se trata, a diferencia del virus que causa el Covid-19. Es por esto, que el obstáculo es mayor ya que habría que prevenir la infección o la respuesta inmunitaria subyacente.
La investigación del Covid-19 ha potenciado el análisis de ARNm en las vacunas, permitiendo avanzar en paralelo con las del VIH y cáncer. Sin embargo, un documento de la Oficina Nacional de Investigación Económica de EEUU dice que “en realidad han sido décadas de fracaso colectivo y los miles de millones de euros invertidos en la investigación de la vacuna contra el VIH los que han sentado las bases de las vacunas contra el Covid-19”.
Dicho esto, tras su publicación en marzo, el autor Jeffrey E. Harris, descubrió que el 86% de las vacunas clínicas contra el Covid-19 podían rastrear su base científica en ensayos anteriores de vacunas contra el VIH.
VACUNAS EXPERIMENTALES
En un estudio del 2018, un total de 48 personas que viven con VIH-negativo se administraron la vacuna experimental, siendo la base preliminar, dado que 47 de ellas presentaron una respuesta deseada activando células B vírgenes que son fundamentales para producir anticuerpos.
Asimismo, a finales del presente año, “Moderna” pretende probar 2 vacunas experimentales contra el VIH administradas con ARN mensajero. La primera de éstas irá basada en el componente del estudio inicial, mientras que la segunda determinará si los antígenos sintéticos similares al VIH pueden provocar la respuesta inmune necesaria.
