Una jornada con sorpresas se vivió durante las votaciones en el Senado que dio como resultado el visto bueno a la propuesta realizada por el Ejecutivo en el segundo retiro del 10% de los fondos de afiliados, el retiro con letra chica como se venía esparciendo en diversos medios de comunicación del país.
Sin embargo, la votación que se realizó instantes antes en la Cámara Alta rechazó la propuesta elevada por la Cámara de Diputados (impulsado por Pamela Jiles y Karim Bianchi) que poseía características similares a la realizada por el oficialismo, con la gran diferencia de que no acotaba el universo de beneficiarios y no contemplaba un impuesto a los retiros.
La votación cambió su rumbo tras las abstenciones de votos oficialistas los cuales habían comprometido o manifestado sus votos a favor del proyecto aprobado con anterioridad en la Cámara Baja. El futuro de este proyecto consistirá en pasar a una Comisión Mixta, que se encargará de resolver las diferencias entre lo aprobado en la Cámara y el Senado.
Asimismo, el proyecto del gobierno pasará a la Cámara Baja en la cual será discutido y votado por los parlamentarios. Desde algunos sectores de dicha Cámara, anunciaron las intenciones de modificar el proyecto, haciendo especial énfasis en reducir el universo de beneficiarios a los cuales se les aplicaría el impuesto. Dichas modificaciones pasarían al Senado, sin embargo si el proyecto no es modificado estaría en condiciones de ser promulgado por el Ejecutivo.
