El pasado viernes y por medio de sus redes sociales, la Periodista Claudia Aranda denunció públicamente que fue torturada por alrededor de dos horas, por personal de unidades de Control de Orden Público (nuevo nombre de las Fuerzas Especiales de Carabineros) luego que la detuvieran pasada las 19 horas, mientras realizaba sus labores comunicacionales.
Cuenta en su relato que quedó tan debilitada por las agresiones verbales y físicas que perdió “el conocimiento en algún momento, no querían que reporteara”, pero antes de eso “les supliqué muchísimo ‘por favor hijo’ le decía, ‘no puedo más del dolor’ y los hueones subieron la música. Yo les decía ‘por favor, dejen sentarme’ y ellos subieron la música. Igual que en la CNI”.
Agregó también que la llevarían a revisar sus lesiones a la Posta Central, sin embargo “cuando íbamos camino a la posta, el Teniente que me agarró le dice por radio ‘¿Cómo que a la posta? No, no, tráiganmela a mí’ y se desviaron. Me llevaron a la Primera (comisaría), yo sola con todos ellos, me amenazaron, me fumaron encima, me esposaron de nuevo, me grabaron el cuerpo, me amarraron a unos fierros en una jaula”.
Luego de una pausa para poder expresar el resto de su historia, confesó no tener “palabras para describir el horror que pasé, fueron tantas las horas, las amenazas, las burlas, el dolor que ya no lo aguantaba. Yo pensé que me iban a matar”, concluye.
Ante la gravedad de los hechos, el Colegio de Periodistas repudió la violencia y abuso de poder ejercido en contra de la profesional, por lo que acudirá urgentemente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
