Desde la llegada de la pandemia por Covid-19, el uso de mascarilla es una medida indispensable para evitar contagios y tras casi un año y medio en que el coronavirus se presentó en el país, hoy las hay de distintas formas, materiales y colores. Sin embargo, la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeros y Enfermeras de Chile, recalcó que no cualquier mascarilla sirve para protegerse del virus, lo que hay que tener en cuenta considerando que Antofagasta se encuentra en Fase 4, lo que, si bien trae mayores libertades, también trae responsabilidad para mantener este estatus.
Desde la masificación de la producción de mascarillas y su distribución en el país, surge la interrogante de si estas pasan el control de calidad o si son eficaces todos los artículos ofrecidos en el mercado. El que sea realmente efectiva, depende de tres elementos: ajuste, filtración y respirabilidad (comodidad para inhalar y exhalar).
Al respecto, el presidente de FENASENF, José Luis Espinoza, señaló que “Es muy importante asimilar que el Covid no se transmite sólo por las gotitas, sino por los aerosoles, que son micro gotitas invisibles al ojo humano, y en ese sentido, es fundamental el tipo de mascarillas que vamos a usar y dónde la usaremos“.
PUNTOS A RECORDAR
En este ámbito el lugar en que nos encontramos es importante, ya que si es un espacio cerrado y sin ventilación la mascarilla tendría que ser de mejor calidad, mientras que el estar al aire libre permite mayor flexibilidad. Sin embargo, los especialistas siguen recomendando el accesorio de al menos 3 capas, o en su defecto, colocar doble mascarilla.
Por otro lado, pruebas de laboratorio han comprobado que el uso ideal es cambiarlas cada 3 a 4 horas, tiempo que puede disminuir si se está expuesto a humedad. Asimismo, el ajuste o sello es otra característica a considerar, ya que determina la filtración de aerosoles.