A través de una investigación, la Corporación Miles, denunció que las pastillas anticonceptivas vendidas en Chile aumentaron su precio en un 18,8 % durante la pandemia de Covid-19, un período en el que el gobierno no desplegó ninguna medida estatal para regular esta alza.
Según esta ONG, el gasto promedio mensual en estas pastillas era de $12.322 antes de la pandemia, mientras que en mayo de 2021 este gasto ascendió a $14.649.
De acuerdo a lo señalado por Cooperativa, Stephanie Otth, coordinadora de investigación de la organización, denunció “El incremento de los precios se ha transformado en una barrera adicional para que las mujeres regulen su fertilidad y al no existir medidas gubernamentales que frenen su alza, el costo de la pandemia lo seguimos pagando las mujeres”.
Según lo señalado en el estudio, el 49% de las 725 consumidoras encuestadas constató un aumento en el gasto mensual en este tipo de tratamientos según el reporte, impulsado por la plataforma mundial público privada Reproductive Health Supplies Coalition, defensora de la salud reproductiva.
El estudio contrastó la diferencia de precios entre 72 marcas de pastillas anticonceptivas vendidas en las tres principales cadenas de farmacias del país, donde adquieren su tratamiento el 88% de las mujeres.
Dentro de las firmas que más aumentaron su precio se encuentran: Tinelle, la tercera marca más vendida del país y Mycrogynon CD, con un incremento del 36%; Anulette CD, que aumentó su valor en un 30%, y Femelle, la que más se comercializa, cuyo preció ascendió un 13%.
Las variaciones en los precios de los anticonceptivos de farmacia superan “de manera significativa y transversal” la variación anual del IPC (2,9% en general y 1,7% en salud), denunció la ONG.
Por lo anterior, la ONG hace “un llamado a que las autoridades tomen medidas destinadas a frenar el aumento sostenido en los precios de métodos para regular la fertilidad”.
Cabe destacar, que en Chile, donde el aborto es ilegal excepto en tres causales, la anticoncepción oral es el principal método de regulación de la fertilidad, y es utilizado por el 71% de las mujeres, según datos de Corporación Miles.
