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Martes 6 de Mayo del 2025 00:34

A los 99 años murió Lucía Hiriart, viuda, cómplice y mano derecha del dictador Augusto Pinochet

La mujer que más influyó en el dictador para decidir realizar el golpe de Estado y quien durante el régimen militar encabezó CEMA Chile, fundación involucrada en corrupción, murió en el departamento de uno de sus hijos. Deceso de la nacida en Antofagasta, instala de lleno el tema del pinochetismo que profesa uno de los candidatos, a solo 3 días de la elección presidencial.

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Durante la tarde de este jueves 16 de diciembre, a los 99 años, falleció Lucía Hiriart, viuda del dictador Augusto Pinochet Ugarte, al interior del domicilio de uno de sus hijos en Lo Barnechea.

La información fue confirmada por sus familiares, indicándose que el deceso se habría producido a las 15:00 horas en el departamento de su hijo.

Ya desde hace meses el círculo más cercano estaba advertido de su estado de salud. Desde el Gobierno no se ha emitido algún pronunciamiento oficial.

Lucía Hiriart fue famosa por ser una mujer dominante, siendo además confidente y mano derecha de su marido. El propio Pinochet señaló que fue una de las personas que más influyeron en su decisión de traicionar a sus camaradas y encabezar el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

El deceso se produce además a solo 3 días de la realización de las elecciones presidenciales, haciendo que el fantasma del pinochetismo ronde el ambiente electoral y el candidato José Antonio Kast se vea obligado a referirse a los horrores de la dictadura militar.

Biografía

María Lucía Hiriart Rodriguez nació en Antofagasta el 10 de diciembre de 1922 y tuvo una infancia y adolescencia acomodada como hija de Osvaldo Hiriart, parlamentario y ex Ministro del Interior del Radical Juan Antonio Ríos. A los 20 años en 1943 se casó con Agusto Pinochet. Pronto, comenzarían las quejas por un futuro que se veía poco esplendoroso al lado de un oficial del montón como lo era Pinochet, destinado al norte del pais.

A los pocos años  la situación para Lucía ya era insostenible. Vivían en una casa fiscal en Iquique  y ella en esos tiempos gritaba “¡Milico!, poca cosa!, nunca vamos a salir de este hoyo!“, según cuenta la biografía publicada en 2013 por la periodista Alejandra Matus, el texto que mejor ahonda hasta ahora en la sicología de Lucía Hiriart.

“Noches previas al 11 de septiembre del 73 Pinochet dudaba si firmar su compromiso para sumarse al golpe. Para Lucía, que su marido fuese parte del “alzamiento” significaría grandes posibilidades de hacerse un espacio dentro de las clases gobernantes del país. Sus intereses no se extinguían”, contó Alejandra Matus con ocasión del lanzamiento de su libro “Doña Lucía: La Biografía no autorizada”.

Ella fue importante para que Pinochet traicionara a sus camaradas, aceptando la muerte de gente cercana, la tortura de familiares y hasta el exilio de su propia prima. Por otro lado, Manuel Contreras fue el hábil, protector y manipulador del temor que ella tenía a que le pasaran la cuenta. Sin él se sentía vulnerable. Para ella fue inaceptable que Pinochet sacara a Contreras y se fue de la casa, dispuesta a romper su matrimonio“, añade Matus.

En 1984 año de protestas y fuerte resistencia a la dictadura Lucía Hiriart fanática de los micrófonos declaraba “Si yo fuera jefa de gobierno sería mucho más dura que mi marido. ¡Tendría en estado de sitio a Chile entero!”. Luego declaraba: “Miren cómo nos estamos perjudicando ahora por culpa de los terroristas. En estos momentos hay cortes de luz. Sin energía eléctrica no pueden funcionar los locales comerciales, las peluquerías” .

Después, en julio de 1986 cuando una patrulla militar quemó vivos a los jovenes Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana, la mujer del dictador se despachó una perla  “Para qué se queja tanto esta niña, si se quemó tan poco”, dijo a la prensa.

Si alguna vez Pinochet dudó en aplicar medidas extremas contra los opositores a la dictadura, fue su mujer quien lo convenció de no titubear. Siempre mantuvo el discurso de que el país estaba “en guerra”.