La justicia francesa declaró culpable este martes al chileno Nicolás Zepeda (31) por el crimen de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki, condenándolo a una pena de 28 años de prisión.
La última vez que se supo de la joven japonesa de 21 años fue el 5 de diciembre, cuando fuertes gritos y golpes se oyeron en la residencia universitaria en que vivía en la ciudad de Besanzón, Francia.
Diferentes antecedentes permitieron establecer que el chileno fue el último en verla con vida y la fiscalía acusó de que fue el responsable de su muerte y desaparición, estableciendo que en los días anteriores estuvo rondando la residencia de Narumi y estuvo en el sitio del suceso.
En 2020 el chileno fue extraditado y este 29 de marzo se inició el juicio que mantuvo la atención de Chile, Francia y Japón.
El jurado estaba compuesto por seis civiles y tres jueces, cuyo voto tiene el mismo peso, quienes finalmente condenaron a Zepeda a 28 años de cárcel. De esta forma se desestimó la cadena perpetua, pero igualmente la pena es más alta de la que se proyectaba previo al jucio.
Los querellantes solicitaron además que el condenado pague una indemnización a los familiares de Narumi Kurosaki, como también a la pareja de la joven japonesa, Arthur del Piccolo.