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Domingo 3 de Noviembre del 2024 03:21

¡Inaceptable!: Menor trans fue víctima de violación y amenazas de muerte

Según explicó el Movilh, fueron dos los gravísimos sucesos que marcaron la vida de un niño, abusado por un joven menor de 18 años en un domicilio en Pichilemu.

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El Movimiento de Liberación Homosexual, Movilh, dio a conocer este martes, tras presentar una querella criminal, graves episodios vividos por un menor de 12 años, quien fue víctima de violación y recibió amenazas de muerte tras denunciar el abuso a su familia.

Según explicó el movimiento, fueron dos los gravísimos sucesos que marcaron la vida de un niño trans, abusado por un joven menor de 18 años en un domicilio en Pichilemu.

LOS HECHOS

Según los antecedentes entregados, el 10 de junio el niño fue invitado la casa del agresor, no siendo considerada su identidad de género y siendo tratado en todo momento como una mujer. Ya en el lugar, el imputado procedió a abrazar y besar sin consentimiento al menor, para luego abusar sexualmente de él.

Posteriormente, el agresor amenazó de muerte a su víctima tras enterarse que el afectado había dado a conocer la situación a su familia. Lo que se llevó a cabo en un parque en donde el imputado intentó matar al niño con un arma blanca, lo cual no pudo concretarse ya que éste logró escapar y llegar a su hogar.

QUERELLA

El Movilh presentó una querella en contra del abusador, luego de que el padre del afectado solicitara el apoyo del movimiento, donde además se le está brindando asesoría psicológica a la familia.

Por su parte, Rolando Jiménez, activista del Movilh, lo calificó como “Muy doloroso y angustiante lo ocurrido. Un niño ha visto vulnerados sus derechos humanos más básicos, sufriendo uno de los atropellos más brutales y deleznables, como lo es el abuso sexual. Todo con el agravante de violentarse de la manera más cruel e inhumana su identidad y expresión de género. El daño causado al niño y su familia es sobrecogedor“.

Por otro lado, se refirió al hecho de que el imputado fuera menor de de edad. “Que el abuso lo cometa un menor de 18 años, explicita además lo lejano que están ciertos sectores familiares o sociales de la empatía y del respeto a la diversidad. Aquí la familia del agresor debe tomar cartas en el asunto, evaluando qué hicieron o no hicieron para que su hijo protagonice una barbaridad de este tipo“, cerró.