Por 7 votos contra 5, provenientes de diputados oficialistas, la comisión de seguridad ciudadana y drogas aprobó la “ley antitomas”, también denominada como “ley maldita” o “ley Hinzpeter”, que cambia la figura penal para quienes participen o hayan incitado desórdenes públicos con penas de 541 días a 3 años de presidio.
A favor del poémico proyecto votaron Marcela Sabat (RN), presidenta de la Comisión de Seguridad Ciudadana y Drogas; Cristián Monckeberg (RN); Edmundo Eluchans (UDI); Arturo Squella (UDI); Giovanni Calderón (UDI) reemplazado ese día Celso Morales (UDI); Romilio Gutiérrez (UDI) reemplazado por Carlos Vilches (UDI); y Cristián Letelier (UDI) reemplazado por Claudia Noguiera (UDI). En contra votaron Carlos Montes (PS), Cristina Girardi (PPD), Felipe Harboe (PPD), Gabriel Silber (DC) y Denise Pascal Allende (PS) reemplazada por Manuel Monsalve (PS). Matías Walker (DC) fue el único que se abstuvo.
Con este resultado la ley, pasa a votación en sala, donde se debatirá tomando en cuenta las acusaciones de observadores de DD.HH. a Carabineros durante el recién pasado 2011, además incluye el delito de ocupar establecimientos educacionales, impedir la libre circulación (anti marchas) y el agravante para los que “actuaren con el rostro cubierto o utilizando cualquier otro elemento que impida, dificulte o retarde la identificación del autor (encapuchados).
Incluso, permite a la policía pedir sin orden previa imágenes, audios, filmaciones “que sean conducentes para esclarecer los hechos que constituyan o puedan constituir delito”.