Desde que internet se hizo parte de nuestras vidas, aproximadamente desde finales de los años 90, la forma de vender un producto ha cambiado considerablemente, pasando desde el enfoque al producto y sus atributos a la orientación al cliente.
Con posterioridad fue la experiencia de usuario con marketing 3.0 y en la actualidad prevalece el generar relaciones y contenido. Una marca o producto debe ser coherente en todos sus aspectos y el contenido es crucial, génesis para crear una comunidad con los posibles usuarios y seguidores. Es importante entender que esta relación cambió y que los interesados en el producto son nativos digitales, omnidigitales y multicanales. Compran a través de internet por e-commerce, en redes sociales como Instagram y Facebook.
Ello demuestra la importancia de entender que el usuario y el canal cambió. Aquellas empresas que no suman la tecnología, estrategias de marketing digital, web y carros de compra a sus modelos de negocios están destinados a quedarse atrás, con las implicancias que ello tiene para su continuidad a futuro.
En la contingencia que vivimos estamos invitados a crear oportunidades de cambio, a potenciar los emprendimientos y sumarnos a esta transformación digital. Necesitamos crear una nueva generación de empresas, adoptando la digitalización desde sus inicios, para crear una nueva lógica, colaborativa, sustentable y equitativa, y para esto es clave el emprendimiento.
Vivimos una revolución como la industrial y debemos entender el entorno o la dimensión en que bigdata y la inteligencia artificial ya son parte de nuestras vidas. La invitación es a ser amigos de la tecnología, a sumarlo en nuestras vidas y emprendimientos como herramientas de evolución y no como una antítesis que se transforme en el sustituto de nuestras profesiones.
Verónica Hernández Martrou
Diseñadora Gráfica
Jefa de Área Diseño Arte y Comunicación AIEP Antofagasta