¿Qué factores influyen en las condiciones meteorológicas que cada verano provocan estragos en el norte del país?, ¿se puede trabajar en evitar las desastrosas consecuencias de estos?
El académico, investigador y director del Centro de Ingeniería en Mitigación de Catástrofes Naturales de la Universidad de Antofagasta (CIMCN-UA), Jorge Van Den Bosch, explica algunos conceptos a la comunidad, para comprender de mejor forma, lo que depara el clima para ciudades entre Arica y Copiapó, para este verano 2020.
El “Anticiclón”
Para comprender los diversos fenómenos climatológicos del norte de Chile, es importante definir el concepto de “Anticiclón”, explicado como un centro de altas presiones que se encuentra permanentemente frente a las costas del norte chileno, generando lo que conocemos como desierto. Este espacio atmosférico, impide el paso de sistemas de baja presión (portadores de lluvia), provenientes desde el Amazonas y del sur del país hacia nuestra zona geográfica.
Cada año en la misma fecha, este Anticiclón se traslada al sur de Chile en temporada estival, y si ese movimiento es muy pronunciado, genera sequías en la zona sur, pero desprotege a la zona norte, permitiendo que sistemas de baja presión provenientes del Amazonas, se trasladen y generen lluvias en el altiplano chileno, y eventualmente, en la costa nortina del país, en un fenómeno conocido como “invierno altiplánico” o “invierno boliviano”.
A lo largo de los años, se ha descubierto que cuando el Anticiclón se desplaza hacia el sur, puede aparecer un sistema conocido como “baja segregada” o “gota fría”, graficándose como una “isla” que se posiciona encima de una zona, generando fenómenos altamente destructivos, como los aluviones, y que los especialistas aún no conocen con exactitud su periodicidad, siendo altamente impredecibles, al no responder a una estación particular del año.
Por último, pero no menos importante, cuando el movimiento del Anticiclón es hacia el norte del mapa, las regiones nortinas de Chile quedan nuevamente desprotegidas, esta vez, en la época de invierno hemisférico, dejando pasar sistemas de baja presión desde el sur chileno.
¿Qué pasará el 2020?
“Que haya sequía en el sur indica que el Anticiclón se ha corrido muy hacia esa zona de Chile, y quiere decir que las masas del sistema de baja presión del Amazonas van a pasar con más facilidad, van a estar más tiempo y van a ser más agresivas, por lo tanto, podemos identificar certeramente que las lluvias de nuestro verano serán muy potentes. Situación que, además, da cuenta del equilibrio de la naturaleza”, comentó Jorge Van Den Bosch.
Todos los inviernos altiplánicos tienen diferencias, las que responden a diversos acontecimientos del año precedente. Para este 2020, a las sequías del sur del país, se unen a los incendios forestales de Australia, el Amazonas y los de Chile, los que, al inyectar partículas de humo a la atmósfera, provocan una inseminación artificial de las nubes, aumentando en un 40% la precipitación y generando gotas más gruesas para la lluvia.
El investigador de la UA declaró además que, “la sensación térmica que aqueja a Antofagasta es producto de todo lo que hemos mencionado. Nuestro Anticiclón se movió y dio paso que a nuestras latitudes llegara una baja térmica, que conlleva humedad, y nosotros no estamos acostumbrados a este clima durante el verano hemisférico. Todos estos factores hacen prever que este invierno altiplánico será más crudo que los pasados”.
Prevención
Frente a esta situación, el director del CIMCN-UA, fue enfático en decir que “es trascendental generar planes de evacuación y educar a la gente, sobre todo en sectores amenazados. No podemos jugar a la ruleta rusa, necesitamos planes de riesgo para prevenir y no lamentar, para que las autoridades tengan un teatro de operaciones que conozcan y puedan mover las piezas para mantener a la población a salvo. Afortunadamente es el camino que estamos siguiendo con el Gobierno Regional y la Ilustre Municipalidad de Antofagasta”.
Este sistema estival ya ha cobrado víctimas fatales, y lo que resta, es insistir en la importancia de separarse de asentamientos instalados en salidas de quebradas y cauces de los ríos, con el objetivo de prevenir nuevos afectados por un fenómeno meteorológico que se extenderá durante este período veraniego.
