19.6 C
Antofagasta
Sábado 20 de Abril del 2024 00:29

Justicia para Pablo: Sueños destruidos por “irresponsables al volante”

Constanza y Pablo, dos historias paralelas unidas por la injusticia que cobija este país. Metas y sueños quedan derramados en el pavimento tras la imprudencia de algunas personas al volante.

Lea también:

El pasado 8 de febrero, un fatal accidente le cobró la vida a Pablo Díaz Juarez, un estudiante universitario que en su tiempo libre se dedicaba a prestar servicios de delivery, con la finalidad de tener dinero extra para ayudar a su familia y financiar sus estudios. El protagonista del accidente fue José Rojas, ex conscripto del ejército, quien colisionó la parte trasera del vehículo de la víctima ocasionándole múltiples lesiones.  

El imputado pasó a control de detención en horas posteriores al hecho, pero la falta de pruebas para la formalización de cargos, como el informe del examen toxicológico del Servicio Médico Legal (SML), fue postergado hasta el recién pasado miércoles 5 de mayo, donde se le acusó de cuasidelito de homicidio, quedando con firma mensual y arraigo nacional. Finalmente, el Tribunal fijó un mínimo de 100 días para llevar a cabo la investigación del caso.

100 días que se han convertido en un martirio para la familia y amigos de Pablo, quienes han aprovechado estos días para hacer visible el caso pidiendo justicia en las calles de Antofagasta, ya que plantean irregularidades en el peritaje. El mejor amigo de la víctima, Renzo Rivera, en conversación con Cooperativa, expresó que el imputado “tenía cervezas en su vehículo”, y que no se sabe si este venía drogado o con alcohol, señalando que “no se pudo acreditar, y el procedimiento de Carabineros no fue como debería haber sido”.

Las fotos que podemos ver en carteles y poleras de los seres queridos de Pablo son imágenes que reflejan la alegría de este ser; alegría, sueños y metas que fueron arrebatadas por un “irresponsable al volante”. Le gustaba el folclor, la música, leer y realizar distintas actividades. En el colegio siempre participaba de los aniversarios y sobresalía por su alto coeficiente intelectual, cualidades que lo llevaron a robarse el corazón de compañeros y profesores.

“los libros que leía eran referente a la espiritualidad; toda esta onda hindú y referente a lo que estaba estudiando; administración, ingeniería”, señala su tío

En lo personal creo que Pablo no se lo merecía, aun no merecía irse, lo lamentable es que no vamos a poder disfrutar de él, de su alegría, de sus sueños y de sus logros que iba a tener como persona, como profesional. Lamentablemente sé que esta tierra está perdiendo un gran elemento, un gran muchacho”, expresó Manuel Juárez, tío de Pablo.

Además de ser una persona que brillaba con luz propia, tenía un gran espíritu solidario, siempre preocupado por los más desprotegidos, se empezó a despojar de sus bienes materiales como su ropa, para donarla. “Mi mamá me contaba, y esta faceta no la conocía, que a veces a ella se le perdía muchos alimentos, azúcar, fideos, legumbres, etcétera. Y claro, Pablo empezó a llevar esos alimentos a personas de la calle”, comentó Manuel.

Tras su partida, la familia de Pablo ha sufrido un vuelco en sus vidas, además de sentir un profundo vacío por la pérdida de su ser querido, han visto esto como un desafío para apoyar a otras familias que han pasado por situaciones similares y sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la responsabilidad de ir al volante, debido a que el imputado se mostró apático en el tribunal tras llegar “atrasado e hizo un gesto como, “no estoy ni ahí”. Una actitud que al fiscal le llamó la atención. Ahí lo delató su comunicación corporal”, destacó el tío de Pablo. 

Asimismo, Manuel señaló que tratará de juntarse con esas familias que empatizan con su dolor, para “interactuar con ellos y que el espíritu de las víctimas de accidentes de tránsito por gente irresponsable al volante no quede impune. A ver si podemos nosotros hacer conciencia en estas futuras generaciones, pero principalmente para los políticos”

Por otro lado, lo decretado por la justicia no los deja indiferente, pues piensan que existen muchos vacíos legales en cuanto a las leyes que penalizan este tipo de faltas y el tiempo para realizar una segunda audiencia podría tardar hasta un año, lo que se traduce en un desgaste físico y mental para la familia de la víctima. Ante esta situación, el tío de Pablo ha solicitado que la justicia tenga un rol más activo, en tanto a la salud mental de su hermana y padres (abuelos de Pablo que convivían constantemente con él) proponiendo que, “el sistema nos dé la ayuda psicológica que hasta el momento no nos ha hecho llegar”, por los altos costos que esto implica.

En tanto, la familia de Pablo seguirá recorriendo las calles de Antofagasta con el recuerdo intacto de un ser que les dejó una gran enseñanza y es que, “hay que vivir la vida en forma responsable, ordenada y disfrutar de cada momento”, mientras esperan un fallo a su favor conforme a lo sucedido. “Queremos lo que es justo 5 años y un día sin beneficio”.

- Publicidad -

EN PORTADA