La iniciativa excluiría energías renovables no convencionales y además es vista como un “traje a la medida” para posibilitar la concreción de proyectos como Hidroaysén.
Si bien desde el oficalismo y el sector empresarial celebraron la elaboración del proyecto que regula la “Carretera Eléctrica” con el fin de modificar el sistema de transmisión de energía del país, no fueron pocas las voces escépticas y críticas a este proyecto, al no considerar el mayoritario rechazo ciudadano a iniciativas como la construcción de centrales Termoeléctricas a Hidroeléctricas.
Y es que mientras el Presidente Piñera habló de “cantos de sirena” para referirse a los opositores a proyectos eléctricos contaminantes, desde la otra vereda se acusa a La Moneda de beneficiar directamente a empresas, careciendo de una proyección clara para la construcción y ejecución de una matriz energética limpia y renovable para del país.
Es el caso del Senador por Antofagasta, José Antonio Gómez, quien manifestó que “El problema no es Castilla, no es HidroAysén, ni la Carretera Eléctrica, el problema es que Chile requiere de una estrategia energética urgente y, al menos en este gobierno, no la tendremos”.
Para el legislador, miembro de la comisión de Minería y Energía, el proyecto que anunció el Presidente Piñera en La Moneda, “deberíamos llamarlo franjas de expropiación o de servidumbre, que van en beneficio de los grandes centrales (…) es un artificio legal para pasar a llevar la ley indígena, el Convenio 169 de la OIT, la ley ambiental y el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado”.
Para el también candidato presidencial, al igual que en el tema educacional, en lo relativo a la estrategia energética la actual administración sólo reacciona, “cuando lo que se requiere, de forma urgente, es terminar con la neutralidad económica, con la concentración del mercado y potenciar de una vez por todas la autoridad ambiental”.
Expertos y ecologistas al ataque
El rechazo a lo anunciado por el gobierno también se extendió a sectores ecologistas. En efecto, la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, afirmó que el país no requiere una carretera eléctrica, porque ya existen ocho proyectos licitados para expandir la transmisión energética y aseguró que la propuesta presentada por el Presidente Sebastián Piñera es sólo un “traje a la medida” para las empresas del sector.
“La verdad, en este caso, es que en Chile no se requiere una carretera eléctrica para conectar las centrales, porque existe un estudio de expansión de la transmisión que determinó ocho proyectos para los próximos años. Seis proyectos corresponden a nuevas líneas, todos licitados y dos adjudicados, más una estación y un centro de control”, aseguró a Agencia UPI.
Por su parte, Roberto Román, académico la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, señaló a Radio Universidad de Chile que el proyecto es beneficioso para los empresarios y no para los ciudadanos, quienes pagan hoy la energía más cara del continente.
El experto y miembro de la Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria de Energía afirmó que el país necesita mejorar su sistema de transmisión energética, porque el actual es deficiente, pero con un modelo distinto al propuesto.