Liceo en Calama se encuentra tomado junto a los liceos Jorge Alessandri Rodríguez, América, Francisco de Aguirre y Eleuterio Ramírez.z
Por Domingo Olivares
El Liceo Luis Cruz Martínez de Calama, fue uno de los primeros en movilizarse en la ciudad, y en la región, tras demandas estudiantiles por una mejor educación a nivel nacional. Desde el 10 de julio que están en toma, pero lo que más llama la atención es que ese establecimiento no ha sido, históricamente, uno de los más activos en las demandas estudiantiles.
Este emblemático establecimiento educacional de la Tierra de Sol y Cobre, fue uno de los primeros creados tras el proceso de municipalización, en 1982, durante la dictadura militar, y el perfil que recae sobre él es de un liceo estricto y muy disciplinado, de excelencia, dicen algunos apoderados. Sin embargo, tanto estudiantes y apoderados han decidido llevar adelante un mes y medio de toma que se ha resuelto en asambleas permanentes.
Felipe Obregón es estudiante del Luis Cruz Martínez y vocero del movimiento estudiantil de Calama y cuenta que “la toma se inició el 10 de julio, donde se eligieron dos representantes por curso para participar en una asamblea y la decisión de adherir fue unánime”.
El estudiante del Luis Cruz Martínez explica que la semana pasada la toma consiguió mucha más fuerza que antes, ya que el apoyo sus estudiantes en las asambleas ha sido de un 85%, y de los apoderados del liceo de un 80%.
Sin embargo, durante la tarde del martes un grupo de quince apoderados iniciaron algunas acciones en contra de la toma y este miércoles recolectaron firmas y pretenden poner un recurso de protección. A juicio de Luis Jopia, un apoderado que apoya las movilizaciones de los estudiantes, “se están dejando llevar por el miedo a perder el año escolar”, reflexiona.
Obregón explica que en una recolección rápida de firmas a favor de las movilizaciones, 1526 personas habrían apoyado, mientras que los apoderados contrarios a la toma no tendrían más de 300 firmas.
Luis Jopia, a favor de justas demandas estudiantiles, comenta que existe una preocupación de muchas partes, pero “hay que atender a una causa superior“. Enfatiza y concluye “queremos que las cosas cambien”.
El rol de los medios de comunicación parece ser un tema permanente a la hora de evidenciar la realidad. Felipe Obregón explica “sólo nos registran, pero en la edición no muestran lo que es”. Y Luis Jopia, sobre los últimos acontecimientos con los padres contrarios, comenta que “hay una total cobertura al otro grupo”.
La difusión de la permanencia en tomas y movilizaciones en ciertas comunas pareciera haber quedado fuera de las agendas de ciertos medios de comunicación y estudiantes y apoderados sólo quieren cobertura sobre los hechos que acontecen.