El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) detectó un incremento en la actividad profunda del volcán Láscar, por lo que generó una alerta amarilla.
La institución, a cargo de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, señaló que desde las 9:32 AM, a través de la cámara web instalada en la zona se ha observado una emisión de ceniza que presenta una altura de 2.500 metros, dirigiéndose en principio hacia el costado Noreste del edificio volcánico.
La señal sísmica que acompañó el proceso en superficie ha presentado igualmente un incremento”. El Láscar se ubica en la comuna de San Pedro de Atacama, región de Antofagasta, y ocupa el lugar número 5 en el Ranking de Peligrosidad de los Volcanes Activos de Chile.
El servicio señaló que “el incremento ha escalado primero al nivel Amarillo, y por tratarse del volcán más activo del Norte de Chile, hay una especial atención, porque los niveles energéticos podrían escalar rápidamente, y pasar a niveles de alerta superiores. Por esta razón se ha informado tempranamente al Sistema de Protección Civil, a efectos de que se actúe con la mayor premura y seriedad”.
VOLCÁN LÁSCAR
El volcán Láscar, emplazado en el margen oeste del altiplano, es un estratovolcán activo hace 250 mil años. Es considerado el volcán más activo del Norte de Chile, a causa de la evidencia geoquímica, plasmada en el Mapa de Peligros Volcánicos, mediante la cual se sabe, entre otras cosas, que presentó 30 erupciones explosivas desde el siglo XIX.
En tiempos más recientes, se ha destacado la erupción del 19 de abril de 1993, la cual ha sido catalogada como la mayor erupción ocurrida en el norte de Chile en tiempos históricos, ocasión en la que cayó pómez y ceniza incluso en el noroeste de Argentina. Los eventos más recientes, entre 2005 y 2006, correspondiente a una serie de explosiones menores, con una leve reactivación el año 2007.
El Láscar se caracteriza por poseer seis cráteres, siendo el central de éstos el que ha presentado actividad durante los recientes siglos. Su línea de base (actividad habitual) contempla una persistente emisión de gases, con altos contenidos de dióxido de azufre.
