Para construir hay que destruir señalé en mi primera columna por este medio, lamentablemente, debo continuar con ella.
Cada día es más creciente el número de personas que disfrutan el borde costero en bicicletas, por el paseo del mar desde el Balneario al norte, desde hace unas semanas, el tránsito peatonal, está suspendido y dieron pasos a unas maquinarias que devoran la acera, la cual estaba en buenas condiciones. Mucho mejores que en otros sectores de nuestra vía costera.
La meta que se propuso el GORE es loable, pero debieron iniciar el proyecto resolviendo necesidades prioritarias y urgentes como por ejemplo, proveer de luminarias a toda la ciclo vía, la cual se pierde en calle Centeno y aparece en la Plaza de los Eventos, desde el sector de las petroleras al norte, todo el borde poniente está sin iluminación, con todos los riesgos que ello conlleva.
¿Por qué no priorizar eso y no destruir un sector que se encontraba en buenas condiciones? Usar la imaginación por último, un llamado a la comunidad a que entregue sugerencias, como por ejemplo. Si es necesario delimitar ese espacio, hacerlo con tachones reflectantes. Con una buena señalización de advertencia, a todas luces el costo sería mucho menor que el gasto de destruir algo que aún tiene vida útil y, reitero, reasignar los recursos en sectores que carecen de infraestructura con el objetivo de tener ciclo vías
Cada cierto tiempo se eligen Autoridades para que representen a los ciudadanos, por lo tanto resulta lógico que al llevar obras de esta índole se requiere una etapa de consulta ciudadana, actuar así no tan solo se democratiza y priorizan las reales necesidades, sino al contrario se logra participación ciudadana, tan carente y frágil en nuestra región
Solo así veremos que podremos comenzar a construir sin destruir y malgastar recursos.
