La Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA) por intermedio de su Presidente, Marko Razmilic, expresó su rechazo al proyecto de Royalty Minero, ya aprobado por la Cámara de Diputados y que será discutido esta semana en el Senado, busca adicionar un mayor aporte a las arcas fiscales e incorpora recursos dirigidos a sustentar iniciativas de inversión en las regiones en donde se produce la extracción de minerales en nuestro país.
Mediante una columna de opinión titulada “Royalty Minero: Un impuesto centralista” publicada en un periódico local de formato papel y reproducida también por “Reporte Minero” y su sitio web, Razmilic hace una evaluación “del positivo impacto que la industria minera ha generado en nuestra zona los últimos 30 años, impulsando nuestra infraestructura portuaria, energética y de tecnologías tales como la desalación de agua, advirtiendo con ello la necesidad de mantener una discusión altamente técnica para evitar un efecto negativo en la inversión, la estabilidad de las empresas proveedoras, empleo e ingresos en todos los sectores encadenados directa e indirectamente“.
Razmilic destacó que “la discusión de nuevos tributos es legítima, pero debemos compatibilizar el objetivo recaudatorio con la sustentabilidad de las inversiones mineras y regiones productoras. No olvidemos que históricamente los tributos mineros se han utilizado para financiar el crecimiento del centro del país, de tradición agraria, versus las zonas productoras, como ocurrió con el salitre“.
En este sentido añade que “el 52% del Producto Interno Bruto de la Región de Antofagasta es explicado directamente por la minería. Si sumamos las actividades indirectas, nos acercaríamos al 100% del PIB de nuestra región. Asimismo, un 60% de los empleos se vinculan de distinta manera a la minería. La fórmula compensatoria considerada en el proyecto, que aplica un incremento de tasas a medida que los precios aumentan, podría poner en riesgo al menos a grandes compañías mineras que son parte vital del encadenamiento productivo para las regiones mineras“.
Finalmente concluye que la organización que preside espera que “la Comisión de Minería y Energía del Senado, pueda considerar estos antecedentes a la hora de votar y observar este proyecto. El centralismo mira a las regiones mineras como una vaca lechera en períodos de precios altos. Nuestros congresistas deben pensar y asegurar la sustentabilidad de las inversiones mineras y regiones productoras“.