En Chile, durante el año 2022, las denuncias por discriminación laboral hacia personas de la comunidad LGBTIQ+ bajaron un 26,4% en comparación al 2021. Según el Informe Anual de Derechos Humanos en la Diversidad Sexual y de Género, redactado por el MOVILH, esta descendencia se da en marco de la diversas legislaciones como la Ley de Identidad de Género y la Ley de Matrimonio Igualitario. Sin embargo, agrupaciones que velan por la protección de las comunidades LGTBIQ+ en Antofagasta, indicaron que la realidad en la región no es tan positiva.
Principales problemas para el acceso y permanencia de un trabajo formal e informal
El Estudio de la Situación Sociolaboral de la Población LGBTIQA+ en Chile en 2020, estableció que lo que abre la posibilidad de discriminación hacia a este sector de la población chilena, no se adquiere tanto por la orientación sexual, sino por la expresión de género de la persona. Por ejemplo, la segregación a hombres se manifiesta cuando no cumplen con el estereotipo masculino. El mismo caso ocurre con las mujeres lesbianas, quienes además según este estudio, mantienen trabajos más precarios, con menores ingresos y muchas veces más victimizados.
De igual manera, las personas trans son quienes reciben mayor discriminación laboral, dado que la marginación por su identidad de género y orientación sexual se ve en mayor medida, siguiéndoles la discriminación hacia los hombres trans, mujeres cisgénero (lesbianas) y hombres cisgénero (gays).
Francisco Baeza, presidente de la corporación sin fines de lucro, LGTB + Libre, confirmó que estas complejidades se pueden dar al momento de solicitar un trabajo, cuando quienes estén a cargo del reclutamiento o la propia jefatura sean personas en contra de la comunidad y nieguen la oportunidad de trabajar o crecer laboralmente.
A su vez, si es que la persona logró acceder al trabajo, puede sufrir vulneración de sus derechos por parte de sus compañeros, como también de los clientes o usuarios del servicio. “Hay espacios muy machistas y las personas de la comunidad no pueden ser ellos mismos, están siendo constantemente juzgados o que a las personas trans o no binarias no se les respete su nombre social”, recalcó Francisco.
Asimismo, el dirigente de la corporación sin fines de lucro, se refirió a la encuesta realizada por el MOVILH. “Las personas de la comunidad tienen temor para denunciar estos hechos, movilh sacó una encuesta sobre climas laborales en donde Antofagasta salió con un buen índice, pero nosotros dudamos de que esto sea así, ya que la discriminación sigue y las personas tienen miedo de denunciar”, denunció.
Asi también lo afirmó Carla Araya, cosmetóloga y diseñadora de vestuario, quien además trabajó durante mucho tiempo en el área de atención al cliente en tiendas de retail. “Todo lo que tiene que hacer una vendedora en atención al cliente, es super diferente a otros trabajos, porque ahí ves el trato de la gente contigo, que es peor cuando eres mujer, mujer trans o mujer negra”, destacó.
Carla, de 27 años, trabajó durante un tiempo en una tienda de lencería y ropa interior ubicada en un centro comercial en el sector sur de la ciudad. “En un mes, hubieron tres veces que un cliente fue desagradable conmigo”, comentó, pues en reiteradas ocasiones los clientes al entrar a la tienda se refirieron a Carla con pronombres masculinos, a pesar de la insistencia de ella para demostrarles lo contrario. “La segunda vez que me pasó esto no lo dejé pasar. Le dije disculpe, yo no la voy a atender porque la encuentro muy desubicada de su parte, pero mi compañera la atenderá”, recordó.
Sin embargo, la influencer y make up artist, reconoció que en su último día de trabajo en dicha tienda, vivió uno de los episodios más transfobicos que ha visto. “Entró una clienta mirándome de pies a cabeza y en tono de orden me mandó a buscar sostenes y ropa interior para su esposo”, mencionó Carla. Por consiguiente, cuando se encontraban en caja, Araya aseguró que la clienta tomaba la ropa con los dedos en pinza, como si le diera “asco” tocar la ropa que manipuló Carla. Sin embargo, días después la clienta volvió para reclamar por la talla de la ropa interior de su pareja y al notar que Carla no se encontraba en su jornada laboral, comenzó con tratos despectivos hacia ella, tratándola con pronombres masculinos.
Estas experiencias motivaron a la diseñadora de vestuario a volver a migrar a otras ciudades del país, aunque Antofagasta sea su lugar de nacimiento, dejando en evidencia que aunque ella se encuentre trabajando en áreas consideradas dentro del estereotipo con mayor afluencia femenina, de igual forma vivió discriminación por la clientela y compañeras de trabajo.
Si bien Carla ha denunciado estas desafortunadas situaciones a las autoridades competentes dentro de la empresa en que se encuentra trabajando, ella declaró que la defensa sólo ha quedado en intentar calmar a la cliente victimaria y no hacer una denuncia formal. “Al final me defiendo sola”, sentenció.
Trabajo de las autoridades
Como no existen leyes enfocadas en la regulación y fiscalización de los derechos laborales de las disidencias, la agrupación LGTB + Libre hizo hincapié en el trabajo que las autoridades ejecutan y que deberían hacer respecto a esta temática. “Debería existir una mesa de trabajo compuesta por el GORE, el municipio, la DPR y organizaciones afines. Este trabajo no existe, no se está trabajando en conjunto”, denunció.
No obstante, esta agrupación que busca contribuir a la generación de espacios de visibilización, educación y empoderamiento en las comunidades LGTBQ+, en Antofagasta, se encuentra efectuando talleres de derecho laboral y administración financiera, como también abrieron postulaciones para los próximos cursos para los próximos meses enfocados en formulación de proyectos, expresión corporal y oratoria además de talleres de expresión oral.
Esta convocatoria es para todas las personas de la comunidad, que sean mayores de edad y que deseen aprender más sobre estas áreas. La inscripción se puede hacer mediante este enlace, para así continuar con esta iniciativa financiada con los recursos del 8% social de inclusión del Gobierno Regional.