El 5 de diciembre, el nuevo concejo municipal de Antofagasta asumirá sus funciones, acompañando a la alcaldesa Karen Rojo durante el siguiente período. De los diez concejales que resultaron electos el pasado domingo, siete son nuevos en el cargo, causando un recambio en nuestra política local.
Sin embargo, uno de los casos más particulares tras la última elección en Antofagasta, es el protagonizado por Yasna Zúñiga Arqueros. La candidata independiente no fue electa, a pesar de haber obtenido el segundo lugar entre los 97 candidatos al cargo.
“La gente piensa todavía que yo gané”, cuenta la hija de Ramón Zúñiga, conocido comerciante local cuyo cántico está inmortalizado en la mente de los antofagastinos. “Saqué la segunda mayoría, y en realidad yo necesito darle una explicación a la gente. Me siento profundamente agradecida de todas las personas que me apoyaron, que me dieron su voto, pero por ahora me queda esperar cuatro años más, y seguir adelante”.
El factor clave en este resultado es el actual sistema con el que los concejales son electos. La primera mayoría en los comicios correspondió a Gonzalo Santolaya (UDI), con 3.556 votos. Al formar parte de una lista electoral, esos sufragios se suman dentro de la misma. Todos los candidatos de su lista sumaron, en total, 8.342 votos; más que cualquier otro pacto, y más que los 2.483 que Zúñiga obtuvo como candidata independiente, sin ser integrante de ningún pacto. De esta forma, los concejales son electos de forma proporcional a la cantidad de votos que cada lista tiene. El abrumante triunfo de Santolaya permitió la elección de Roberto Soto (UDI), su compañero de lista, con 964 preferencias.
Este sistema busca elegir de un modo más democrático y representativo las personas que formarán parte del concejo municipal en cada período. Pero claramente, deja la puerta abierta a situaciones de confusión y desilusión con la clase política.
Consultado por El Diario de Antofagasta, el concejal electo Roberto Soto, declaró que “Cuando nosotros presentamos el proyecto, apostamos a que los candidatos fueran los más competentes, y por esa razón fuimos la lista más votada. Pero en forma personal, lo encuentro muy injusto.”
“La ley de arrastre, esta forma para elegir a los concejales, es política y democrática, pero a la larga está destruyendo el proceso, por que es una injusticia”, finalizó Yasna Zúñiga. “La gente no la conoce. Yo misma no tengo cómo preguntarle a alguien. Todavía hay personas que me hablan por Facebook, o por WhatsApp, felicitándome por la cantidad de votos, pero yo no gané. Sólo quiero darle las gracias a cada una de las personas que me apoyaron, y creyeron en mí. Ellos se merecen esta explicación”.
