Como Víctor Hugo Campillay Sandoval, de 39 años, líder de una banda delictual familiar y con antecedentes penales, fue identificado el sujeto que sembró el terror en Calama la noche del martes.
Según la información policial, Campillay realizó cinco disparos frente a la Primera Comisaría dejando dos personas heridas y luego continuó su actuar en el terminal de buses, donde también disparó a varias personas, matando a una de ellas.
Tras una persecución policial, Campillay se resistió y embistió el auto en que se desplazaba contra personal policial, por lo que fue abatido por Carabineros y la Policía de Investigaciones.
De acuerdo a conocedores del caso citados por Emol, Campillay arrendó el automóvil sedán en el que se movilizaba a una vecina y además portaba armamento, aunque se deshizo de las pistolas durante la persecución.
La acción de Campillay habría sido motivada por la detención y prisión preventiva de uno de sus hijos por robo de auto, quien estaba siendo víctima de amenazas y ataques de otros reclusos en la cárcel.
Campillay llegó a la comisaría con la intención de hacerse notar y exigir medidas de protección para su hijo, y luego se dirigió al terminal ante la alerta de la presencia de miembros de una de las bandas rivales. La policía continúa investigando el caso.
El sujeto tenía cuatro condenas previas por delitos como receptación, hurto y porte de elementos para cometer delitos de robo, y también había sido detenido por tráfico de drogas y robos en lugares habitados y no habitados. Uno de los delitos habituales de la banda era el robo de cobre.
Además, hace unas semanas uno de sus hijos falleció en un ajuste de cuentas de bandas enemigas del sector.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, además confirmó que “uno de sus hijos había sido víctima de asesinato en enero 2022, y su segundo hijo había sido detenido pocos días“.
“Puede ser que estas razones hayan motivado esta acción irracional que generó estos hechos de violencia en Calama“, agregó Monsalve.
