En los humedales de Machuca, en la comuna de San Pedro de Atacama, un llamativo fenómeno natural ha comenzado a atraer miradas: el cortejo de los flamencos. Un video compartido en redes sociales por la página @comunidad_de_machuca muestra cómo decenas de ejemplares protagonizan un espectáculo grupal de movimientos perfectamente coordinados, vocalizaciones y un intenso acicalamiento de su plumaje.
Este ritual, explican especialistas, permite que las hembras seleccionen a los machos más saludables, evidenciado en el vibrante color rosado de sus plumas, que refleja su buen estado físico y capacidad reproductiva.
En el altiplano chileno conviven tres especies: el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), el flamenco andino (Phoenicoparrus andinus) y el flamenco de James o parina chica (Phoenicoparrus jamesi), todas ellas dependientes de los frágiles humedales altoandinos para alimentarse y reproducirse.
La llegada de los flamencos y su ritual de cortejo no solo constituye un espectáculo natural único, sino también un recordatorio de la fragilidad de los ecosistemas. Proteger estos humedales es fundamental para garantizar la continuidad de estas especies y de la vida que depende de ellos, reafirmando que la biodiversidad del altiplano es un patrimonio que debemos resguardar para las futuras generaciones.