Tras un largo proceso investigativo y de juicio, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones rechazó el recurso de nulidad, interpuesto por la defensa, en representación del imputado Cristian Armando Loyola Espejo, en contra de la sentencia dictada por el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Antofagasta, donde se condenó al sentenciado por su autoría en los delitos consumados de violación con homicidio, homicidio calificado y hurto simple, todos cometidos el 20 de enero del 2020 en la comuna de Tocopilla.
Cabe señalar, que la investigación de todos estos delitos descritos, fueron dirigidos por el Fiscal Adjunto de Tocopilla, Andrés Godoy Rojas, en colaboración con los detectives de la Brigada de Homicidios de la PDI de Antofagasta y personal de Carabineros de Tocopilla y Lacrim.
Al respecto, el Fiscal Godoy destacó que “se trata de un crimen muy violento en la zona, y gracias especialmente a las diversas pruebas y pericias científicas aplicadas en este caso, se pudo comprobar estos delitos”.
EL CASO
De acuerdo a los antecedentes, los delitos ocurrieron el 20 de enero del año 2020, en horas de la madrugada, al interior de la vivienda ubicada en calle Sucre, comuna de Tocopilla. Los hechos se desempeñaron en circunstancias previas a una reunión social, donde una de las víctimas, se encontraba en el patio de dicho inmueble en estado de ebriedad y sin posibilidad de defenderse, cuando el acusado tomó un hacha con empuñadora de madera y un cuchillo, propinándole a la víctima múltiples heridas cortopunzantes, otras lesiones profundas en su cabeza y golpes contundentes, que ocasionaron un traumatismo cráneo encefálico que derivó en su muerte.
Acto seguido, el acusado se encontró en la cocina de la vivienda con su segunda víctima, contra quien cometió el delito de violación y luego la agredió en reiteradas veces con golpes y un cuchillo cocinero, provocándole diversas heridas cortopunzantes, dos de ellas mortales y que penetraron las cavidades torácica y abdominal, las que provocaron, respectivamente, un hemotórax y hemoperitoneo, falleciendo a causa de una hipovolemia aguda.
Una vez muertas ambas personas, el acusado Loyola Espejo abandonó el cuchillo y el hacha con los que cometió los delitos y robó un celular marca Nokia, propiedad de una de las víctimas, huyendo del lugar.
