Revista Cáñamo le responde al Colegio Médico por oponerse al uso medicinal del Cannabis

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A fines de junio, el Colegio Médico de Chile hizo público el documento que fija su posición sobre el proyecto de Ley que «Modifica el código sanitario para incorporar y regular el uso medicinal de productos derivados del cannabis», más conocido como la «Ley de Cultivo Seguro», promovido por Fundación Daya y Mamá Cultiva, entre otras organizaciones.

Ante esto, en la última edición de Revista Cáñamo se realizó un reportaje titulado «Cuando la Evidencia no Alcanza» para responder este informe, dando a conocer la opinión de expertos en salud y de las comunidades que son beneficiadas por el cannabis medicinal.

En una editorial publicado por el mismo medio, aseguran que «dentro de las muchas contradicciones, omisiones y abiertamente falacias que contiene el informe, hay una que nos parece fundamental no tanto porque de más o menos luces sobre el tema medicinal en sí, sino porque da cuenta del sesgo y la clara intencionalidad de distintos actores sociales, en este caso algunos médicos, por mantener el statu quo en materia de cannabis«, agrega.

El propio informe reconoce que «la actual ley chilena NO impide el uso medicinal de cannabis y sus derivados mientras tenga las autorizaciones pertinentes por lo que no queda clara la necesidad de un nuevo marco normativo». Y acto seguido sentencia que «el proyecto de Ley intenta eliminar estas medidas de control, quitando la garantía de eficacia, seguridad y calidad que necesita la población«.

Sin embargo, de acuerdo a lo publicado en Revista Cáñamo, «al momento de exhibir los argumentos para sostener su postura, el informe da cuenta de un listado de riesgos potenciales y otros supuestamente reales en torno al cannabis. Consumo al alza, percepción de riesgo a la baja, oferta descontrolada, accidentes de tránsito por culpa del cannabis en aumento, los niños más volados del planeta, y así. Una verdadera pesadilla verde al parecer«.

«Si todo esto fuera cierto, no se entiende cuáles medidas de «control y garantías» son las que estarían operando y que el Colegio Médico teme se eliminen. O, dicho de otro modo, estaría demostrado que las medidas de «control y garantías» vigentes en el actual marco regulatorio y político en materia de drogas, son lisa y llanamente ineficaces y no dan para más«, agregan.

Complementan diciendo que «y ese es precisamente el espíritu del proyecto de Ley en discusión: ordenar y regular de mejor manera algo que la ley ya permite, solo que, debido a la falta de claridad de esta, termina derivando en situaciones lamentables para todos, incluso dramáticas en algunos casos, como lo son la proliferación del narcotráfico, el uso no regulado de cannabis medicinal muchas veces sin la orientación médica necesaria, la criminalización de usuarios, entre otras«.

En resumen, el informe reconoce de acuerdo a lo señalado en la editorial que de manera implícita «el fracaso del actual modelo de control de drogas pero no lo admite abiertamente ni dice nada concreto ni contundente sobre cómo salir del callejón en el que nos ha dejado el prohibicionismo. Es como si le estuvieran rindiendo honores a Hipócrates, considerado el padre de la medicina, quien postulaba «el reposo y la inmovilidad» como la base de su trabajo médico. Las políticas de drogas vigentes minimizaron el rol del estamento médico sobre materias como el tratamiento, prevención y cuidado de la salud de la población en materia de drogas. Eso depende del Senda y el Senda depende del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, es decir que los encargados de mandar las policías, de perseguir delincuentes, son además los que dictan la pauta en materia de educación sobre drogas o sobre cuál tipo de tratamiento aplicar. Y los médicos dijeron poco y nada«, concluye.