Las calles de Santiago están llenas de historias, muchas de ellas se repiten de boca a boca por generaciones.
Cerca del metro Santa Lucía, entre las calles San Antonio y Moneda, se encontraba la fuente de soda “San Remo” la cual tuvo una visita inesperada en abril de 1988.
Durante la realización de la segunda versión de la “Cumbre de las Américas”, en donde asistieron casi la totalidad de los mandatarios del continente, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, fuera de todo protocolo, no ingresó a su limusina para ir a su hotel, sino que decidió entrar a la, en ese entonces, popular fuente de soda.
La prensa, los asistentes y los trabajadores del recinto quedaron sorprendidos al ver al jefe de estado nortemaéricano, quien pidió una coca cola light para tomar.
Clinton estuvo cerca de 10 minutos en el lugar, se tomó fotos con las meseras, saludó a la prensa y no dejó propina, luego, marchó rumbo a su embajada.
Los dueños del recinto, se apresuraron a guardar la botella y el vaso que usó el mandatario y le cambiaron el nombre a su local, desde ese momento pasó a llamarse “La Picá de Clinton”.