Un grupo de 16 empleados de la compañía del subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle, radicalizaron la huelga legal que mantienen hace 46 días. “Tratamos de negociar, no hubo acuerdo y la gente ya está desesperada”, dijo el presidente del sindicato.
Un grupo de empleados de la empresa PISA iniciaron una huelga de hambre como medida de radicalización de sus demandas por mejoras salariales.
En total serían 16 trabajadores los que comenzaron con la medida de presión, hasta que se reanude el diálogo con la empresa, según informó el presidente del sindicato, Hugo Pinilla.
“Comenzamos esta huelga hace 46 días, era una huelga legal y no hemos tenido ningún eco a nuestras peticiones, presentadas en un proyecto de contrato colectivo. Tratamos de negociar, no hubo acuerdo y la gente ya está desesperada”, indicó.
Aun sin autorización del arzobispado, los trabajadores comenzaron el ayuno en la Catedral Metropolitana, pero señalaron que si son desalojados, continuarán en otro lugar.
Los dirigentes sindicales afirmaron haber conversado con la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, y la Dirección del Trabajo, sin resultados concretos.
Asimismo, Pinilla acusó prácticas antisindicales, vulneración de derechos fundamentales, retenciones de remuneraciones y amedrentamientos telefónicos. “Incluso han tenido la libertad de ir a las casas de los trabajadores, amenazándolos que si no entrar a trabajar y no se descuelgan de la huelga, van a ser despedidos”, agregó.
Además, el trabajador descartó cualquier relación del movimiento con el incendio y el accidente producidos en instalaciones de la empresa, en los últimos días: “Carabineros lo ha descartado totalmente, es imposible. No existe ninguna posibilidad de que los trabajadores en huelga, después de una hora donde había resguardo policial en el interior y fuera de la empresa, pudieran tener o tirar algún producto acelerante que pudiera ocasionar un sinistro”, dijo.
