La norma N°1086, firmada por Augusto Pinochet, regula las movilizaciones callejeras. Permite coartar al derecho entregado por la Constitución para protestar.
El Decreto Supremo N°1086, dictado en plena dictadura militar, es el que permite a carabineros disolver manifestaciones ciudadanas que no se encuentren autorizadas por las autoridades políticas, por muy pacíficas que ellas sean.
La polémica norma fue dictada en el año 1983 y firmada por Augusto Pinochet Ugarte, según consignó Radio Cooperativa.
Precisamente fue la aplicación de esa norma de los años 80, la que esgrimieron carabineros al momento de utilizar la fuerza para reprimir a un grupo de estudiantes que se manifestaba pacíficamente en el frontis del Mineduc, pese a que no se realizaban desmanes ni desórdenes.
El citado decreto, señala en su primer artículo que “las personas que deseen reunirse podrán hacerlo pacíficamente, sin permiso previo de la autoridad, siempre que ello sea sin armas“.
Sin embargo, en su artículo segundo pone como requisito para las manifestaciones contar con una autorización previa de la autoridad (la intendencia o gobernación), pasando por sobre el derecho que otorga la Constitución en su artículo 19 N° 13 “a la reunión pacífica de las personas sin previo aviso y sin armas”.
La norma otorga amplias facultades además a las autoridades para disolver estas manifestaciones, como también la posibilidad de negar el permiso a las expresiones ciudadanas, tal como lo anunció el lunes el intendente Echeverría, quien señaló que no permitirá nuevas marchas por la Alameda. Una interpretación similar utilizaron las autoridades de Antofagasta para disolver una velatón pacífica de estudiantes de la Universidad Católica del Norte.