Este martes a las 10:30 horas falleció a los 97 años el ex Presidente de la República Patricio Aylwin Azócar, quien gobernara Chile entre 1990 y 1994.
Más allá de ser el primer jefe de Estado elegido democráticamente después del término de la Dictadura Cívico-Militar de Augusto Pinochet, Aylwin es recordado como el ícono de la democracia “en la medida de lo posible” y respaldó decididamente el golpe de estado asegurando que entre “una dictadura marxista y una dictadura de nuestros militares, yo elegiría la segunda”.
En su gobierno se profundizó la apertura económica iniciada por los economistas del régimen militar, bajo el lema “Crecimiento con Equidad”, respaldando al sector privado y preparando el terreno para lo que fue la democracia de concesiones de Lagos, profundizando el rol meramente subsidiario y fiscalizador del Estado chileno. Enfrentó dos momentos de crisis en las relaciones con el mundo militar, durante los llamados “Ejercicios de enlace” en 1991, como respuesta de Pinochet a la investigación en contra de su hijo, por los “pinocheques”, y en 1993 con el “boinazo” cuando se intentó reactivar este caso.
Además, se le acusa por la muerte de 33 personas asesinadas por organismos del Estado. De estas, 28 eran militantes de organizaciones políticas de izquierda: 13 eran del Movimiento Juvenil Lautaro, 11 del Frente Patriótico Manuel Rodríguez – Autónomo, 2 de las Juventudes Comunistas, 1 del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y 1 del Partido Comunista.