“Yo les digo que no me toquen y me hacen bajar”: Entre lágrimas de impotencia, joven denunció las situaciones de acoso que vive a diario para llegar a la universidad

A través de un video en redes sociales Yessenia Marlenne, dio a conocer una cruda realidad, ya que al vivir en una zona rural debe movilizarse haciendo “dedo” debido a la nula locomoción. Ocasiones que algunos conductores han aprovechado para acosarla en reiteradas oportunidades.

Yessenia en Tik Tok

Durante esta semana, se hizo viral un video en el que una joven de un pueblo de la ciudad de Temuco, llamado Quepe, hizo pública una grave situación a la que debe enfrentarse diariamente junto a su hija. 

Yessenia Marlenne, la afectada, comenta en una grabación compartida a través de redes sociales, que para llegar a su casa de estudio o realizar trámites en la ciudad más cercana, debe “hacer dedo” a conductores de vehículos particulares para llegar de Quepe hacia Temuco y viceversa, ya que son 4 km. de distancia. 

Esto, debido a la escasa locomoción entre el pueblo y la ciudad, dado que hay un recorrido que sale a las 7:30 de la mañana, que para los que deben realizar trámites durante la tarde no les conviene por lo que deben pedir transporte a conductores particulares; situación que, según señaló Yessenia, la ha dejado expuesta a que algunos conductores se aprovechen de la instancia para acosarla en reiteradas veces.

En el video, la joven indicaba con gran impotencia, rabia y lágrimas en sus ojos que, “ando vestida con una polera y un pantalón que tiene roto las piernas porque así viene el pantalón y no faltan los viejo cu… que ven un poco de pierna we… y ya piensan que te pueden tocar”.

La grave realidad de Yessenia 

A raíz de la grave situación que denunciada, decidimos contactar a Yessenia, estudiante de 23 años de la carrera de Educación Diferencial de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco, quien es madre soltera de una niña de cuatro años y que para sacar adelante a su hija entró a estudiar una carrera profesional en dicha ciudad.  

A diario, “tenemos que hacer dedo, todas las personas que no tienen auto, que no tienen cómo movilizarse, porque en la carretera para acá (Quepe) no existe vereda ni ciclovía y ni siquiera un espacio de tierra al lado de la carretera donde pasan los autos. Entonces, uno se ve en la obligación de hacer dedo sí o sí, porque hay gente que se transporta con bicicleta, pero la han atropellado porque no existe la vereda o ciclovía”, explica Yessenia.

“Por lo que tengo que hacer dedo con mi hija sí o sí, porque no tengo quien me la cuide y el otro año recién entra a pre-kínder, entonces debo hacer dedo con ella bajo la lluvia, el sol o cualquier circunstancia. Hay veces en la que está mi hermano y mi mamá, y me la pueden cuidar. Entonces aprovecho de ir a hacer trámites a Temuco y comprarle las cositas que le faltan a mi hija, o tengo que ir a ver los materiales para que yo haga mis trabajos, ir a estudiar, etc.”

Acoso

Sin embargo, son bajo estas circunstancias las que Yessenia señala que ha debido enfrentarse al acoso de personas inescrupulosas que aprovechan la instancia para agredirla física y psicológicamente, acosándola. 

“Ha pasado que, da lo mismo como yo ande vestida o, aunque ande muy tapada, ya a mí me cansa y me pone mal porque ya es una realidad constante. Donde una se sube al auto de cualquier desconocido para movilizarse a la ciudad, y me ha tocado que: o van curados, van drogados o van viejos que, por ir con el pantalón roto en las rodillas, porque está de moda; me tocan las piernas. También me ha pasado que, en días de mucho calor, he ido con vestido y no me dejan bajar de los autos y a veces me han tenido que dejar botada en mitad de la carretera porque yo les digo que no me toquen y me hacen bajar”, denunció entre sollozos la joven.

Un relato demasiado fuerte y gravísimo, debido a la cruda situación que deben exponerse a diario, ella y su hija. “Es súper fuerte lo que uno vive porque uno necesita transportarse y eso es lo fuerte y lo frustrante, es que el otro año tenga que salir con mi hija sí o sí todos los días porque van a haber clases presenciales, lo más probable”.

“Da mucha impotencia porque uno necesita transportarse de alguna forma para poder ser alguien. Esto es constante, pero no son todas las personas porque, igual uno trata de hacer dedo a mujeres, pero es muy difícil que paren porque igual a ellas les da miedo y eso yo lo entiendo. Por lo que pasan más “viejos”, quienes no me dejan sentarme atrás, sino que me obligan a sentarme de copiloto porque me dicen que es más seguro para ellos o porque ellos no son taxis”.

También, ella comenta que de los cinco días a las semanas que debe viajar, el acoso frecuentemente se da cerca de tres días por semana. Por lo que resulta imprescindible dar a conocer esta situación, ya que, el acoso o abuso no debe ser tolerado bajo ninguna circunstancia.

Falta de Locomoción 

Mientras que, sobre la falta de locomoción la joven indicó “acá si existe un recorrido, pero si no me equivoco es a la 7:30 am, pero a esa hora a mí no me sirve y a mucha gente tampoco. Porque, por ejemplo, la hora de estudio mía es las 13:00 pm, entonces tendría que salir con mi hija a las 6:30 de la mañana para esperar la micro afuera, porque a veces se adelanta y otras no, y esperar en la universidad hasta la una de la tarde”.

Aclaró que, “de hecho lo hemos hecho así con mi hija, y mi hija se ha puesto odiosa, se aburre, tiene hambre, no alcanzo a darle bien el desayuno por tomar esa micro, ya que es un solo recorrido, que pasa a las 7:30 am y la vuelta a las 6:30 pm. Tampoco hay gente que alcance, porque en la realidad de Chile, la gente recién a las 6 de la tarde está saliendo de su trabajo”, afirmó.

Al ser consultada sobre alguna solución que crea factible, ella indicó que quizás “el municipio pueda poner más horarios de esa micro porque acá hay abuelitos y otros jóvenes estudiando”, concluyó Yessenia Marlenne.