En medio de las protestas, los habitantes de Aysén explican su descontento con el gobierno de Sebastián Piñera. “Una sola de estas bombas lacrimógenas cuesta 135 mil pesos. Aquí se han usado cinco mil”, dice uno de los manifestantes, mientras otro explica que el dinero que el gobierno gasta en armamento y represión, podría ser utilizado para resolver el petitorio de la ciudadanía.
Las manifestaciones contra el centralismo y el abandono por parte del gobierno central a las regiones, se originaron por el alto costo de vida en esa región y la falta de recursos en la zona. El gobierno ha respondido con el envío de contingente de las Fuerzas Especiales.