El senador Pedro Araya Guerrero (PPD) expresó una férrea oposición al anuncio del Presidente Gabriel Boric sobre el envío de un proyecto que busca proponer soluciones a la problemática del Crédito con Aval del Estado (CAE).
Según Araya, el anuncio del Ejecutivo parece estar motivado por intereses electorales, especialmente considerando la cercanía de las próximas elecciones municipales y de gobernadores, por lo que expresó su preocupación, dado que el parlamentario también tiene intereses en favor de algunos candidatos.
No lo considera urgente
Según Araya, esta problemática, no debería ser una prioridad, a pesar de que fue una de las promesas de campaña más importantes del Gobierno.
“Claramente, el país, a mi juicio, tiene otras prioridades que son más urgentes“, señaló Araya, quien advierte que persistir en esta dirección podría significar la renuncia a realizar reformas estructurales esenciales para el futuro del país.
Araya además especuló una cifra afirmando que una solución a la deuda del CAE podría costar entre 9 mil y 11 mil millones de dólares.
“Los recursos para condonar el CAE, superan con creces lo que se requiere para recaudar en materia tributaria”, dijo Araya.
Creado en 2005 por el Gobierno de Ricardo Lagos, el CAE era presentado como la gran solución para que familias de escasos recursos accedieran a la universidad, pero terminó convertido en una deuda impagable para miles de familias, además de una carga que paga todos los años el Estado a los bancos con recursos de educación.
El Gobierno anunció que antes del mes de septiembre presentará una solución para un problema que afecta hace casi 20 años al país. No se ha informado por el momento detalles de costos.
La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, indicó que “va a ser una solución responsable a un problema que existe y que tiene que ver con que el pago de estas deudas estudiantiles que no han funcionado de la manera que tenía prevista esta legislación“.
En la misma línea, la Ministra del Interior, Carolina Tohá, indicó que esta propuesta no es un “borrón y cuenta nueva”, sino más bien “de hacerse cargo de una problemática que todo el mundo reconoce que existe, ya estamos ocupando otro término para referirnos. Estamos hablando de una solución, de una salida a un problema que existe, que no ha funcionado lo bien que se hubiera querido cuando se diseñó”.