En el lugar 28 del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2016 se ubicó la comuna de Antofagasta, retrocediendo 17 puntos respecto al año 2015 donde logró el puesto número 11, mientras que Calama bajó del lugar 65 al lugar 70. Esto tras ser dado a conocer nuevamente el estudio que la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) realiza en conjunto con Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en el cual se analizan 93 comunas de Chile.
El estudio –que se efectúa desde el año 2011– mide seis variables; Condiciones Socioculturales, Ambiente de Negocios, Conectividad y Movilidad, Condiciones Laborales, Vivienda y Entorno, Salud y Medio Ambiente, siendo éstas tres últimas la que obtuvieron una mayor baja en la ciudad.
En el caso de Condiciones Laborales, Antofagasta descendió de 70 puntos el año 2015 a 48,2 el 2016, en Vivienda y Entorno el retroceso fue de 45,8 versus 26,7 mientras que en Salud y Medio Ambiente la baja fue de 71,9 a 53,3.
Calama por su parte muestra 35,7 puntos en Condiciones Laborales, 36,2 en Salud y Medio Ambiente además de un escaso 18,6 en Vivienda y Entorno.
El ICVU que marca el inicio de la Semana de la Construcción 2016, tiene la particularidad de medir las condiciones de vida objetivas de 93 comunas del país, que representan el 85% de la población chilena. Para esta versión se agregaron nuevos antecedentes como una comparación del promedio que arrojan las comunas versus el presupuesto municipal con el que cuentan, o qué pasa con las comunas que tienen vocación minera.
En ese sentido, el presidente de CChC Antofagasta, Thomas Muller, declaró “el ICVU busca precisamente evitar que aumente la desigualdad de calidad de vida urbana. Más que un ranking, su mayor aporte es que permite identificar con claridad cuáles son los aspectos deficitarios de las comunas y, por ende, dónde hay que concentrar los esfuerzos público-privados para revertirlos”.
Es así como este año se observó que la disminución de brechas entre comunas no pasa sólo por una mayor disponibilidad de recursos, ya que no se observa una correlación positiva tan directa entre un mayor presupuesto y mejor calidad de vida urbana. Un ejemplo de ello es que la calidad de vida urbana en Chiguayante, comuna de la Octava Región que se ubica en el rango superior a pesar de tener el menor presupuesto municipal per cápita de todas las comunas analizadas.
Otro de los factores que llama la atención es lo pasa con las ciudades que tienen vocación minera, ya que ninguna de ellas alcanzó rangos superiores. Muy por el contrario, todas exhibieron bajas en sus puntuaciones, como Copiapó que pasó del puesto 15 el 2015 al 30 en 2016, Los Andes del puesto 32 al 46, Vallenar del 22 al 53 y Calama, que contrajo su promedio del puesto 65 al 70.
Nivel nacional
A nivel nacional, las diez comunas que estuvieron mejor evaluadas y por lo tanto tendrían mejor calidad de vida son Las Condes, Vitacura, Providencia, Punta Arenas, Puerto Varas, Ñuñoa, Lo Barnechea, Viña del Mar, Castro y Valdivia.
De lo contrario, las diez comunas con peor indicador fueron Independencia, Alto Hospicio, San Bernardo, El Bosque, Lo Prado, Quinta Normal, La Pintana, Lo Espejo, Cerro Navia y Pedro Aguirre Cerda.
Para el caso de la zona norte, Arica y Calama nuevamente descendieron pasando Arica desde el puesto 72 al 76, Calama del 65 al puesto 70, mientras que Iquique se mantuvo en el puesto 77.
Sobre ello el presidente de CChC Antofagasta, Thomas Muller declaró “haciendo un recorrido de norte a sur por las principales ciudades del país, se constata como tendencia que la calidad de vida urbana en las ciudades del norte se ubica en el rango inferior; en las ciudades del norte chico, la zona central y centro sur, en el rango promedio y que luego va subiendo progresivamente hacia el sur, hasta alcanzar el rango superior. Lo anterior refleja un evidente desbalance entre el sur y norte del país en términos de calidad de vida urbana”.