Representante de Joaquín Lavín en Antofagsta y quién antes participara junto a los profesores en las protestas contra el gobierno de Michelle Bachelet, no descartó ocupar la violencia contra los estudiantes en caso de que sigan expresando su opinión diferente a la del gobierno. Además, tildó las movilizaciones como “minoritarias” y “anarquistas”.
El Secretario Regional de Educación de Antofagasta, Vicente Ayala, se refirió en duros términos contra los estudiantes que se mantienen en toma exigiendo mejoras para alicaída educación pública del país y catalogó las extensas movilizaciones protagonizadas por los estudiantes de la región como “minoritarias” y atribuíbles a grupos “anarquistas”.
El funcionario público, que actualmente es dependiente de la cartera de Joaquín Lavín, pero que en el pasado fuera Presidente del Colegio de Profesores de Antofagasta y participara en las movilizaciones en contra del gobierno de Michelle Bachelet, mostró una visión muy diferente a la que mostraba antes sobre las movilizaciones.
“Claramente aquí está la presión de la Coordinadora General Estudiantil y de grupos que no representan a la mayoría. Eso es lo que más inquieta, que unos pocos impidan que entren a clases los que de verdad quieren estudiar”, dijo a un medio local la autoridad regional, repitiendo el discurso del gobierno en esta materia.
Las declaraciones de Ayala fueron realizadas en el marco de un rumor de prensa iniciado por el diario El Mercurio de Antofagasta, que alertaba sobre supuestos destrozos al interior de un liceo.
Esta versión fue refutada por la propia Corporación Municipal de Antofagasta, que denunció el actuar de grupos externos a los estudiantes que intentan infiltrarse a los liceos. Fuentes estudiantiles consultadas por este diario, no descartaron que estos hechos obedezcan a grupos neonazis u otras agrupaciones violentistas de ultraderecha que intentan amedrentar a los estudiantes que se movilizan contra el gobierno.
Hechos de este tipo ya se produjeron durante la “Revolución Pingüina” del año 2006, cuando agrupaciones de ultraderecha y otros grupos racistas perpetraron actos violentos de amedrentamiento, tales como arrojar piedras, en contra liceos en toma lideradas por estudiantes que ellos consideraban “comunistas”. No obstante, al igual que en la actualidad, las autoridades de la época no dudaron en culpar a los estudiantes en toma y no a los entes extraños por los daños ocasionados.