Un día como hoy, El Diario de Antofagasta asumió el desafío, pero a la vez hermosa tarea, de ser una nueva voz informativa al servicio de todos y cada uno de los habitantes de nuestra querida región.
Comenzaba así un largo recorrido de imágenes e historias mediante las cuales, desde esta pequeña pero potente tribuna, comenzamos a retratar a la ciudad de Antofagasta, contada por sus propios protagonistas.
Se trata de 8.784 horas de trabajo ininterrumpido, donde con mucho orgullo podemos decir que marchamos junto a los estudiantes, informamos sobre los problemas que ocasiona el centralismo, denunciamos las injusticias, celebramos las alegrías y sufrimos las penas, junto a todos los habitantes de la capital regional.
Lo dijimos en la primera editorial ese 4 de abril del 2011. Con este medio queremos darle voz al ciudadano común y corriente, a los trabajadores, estudiantes, dueñas de casa, médicos, profesores, funcionarios públicos o privados y no solamente a quienes colocan el auspicio. Esa es la gran clave de nuestro éxito.
Allí donde otros medios veían desorden e imposibles, nosotros vimos jóvenes creativos y con propuestas serias. Donde algunos veían inútiles subversivos, nosotros vimos el surgimiento de nuevos líderes que pueden reemplazar a una clase política desgastada.
Donde otros medios veían una plaga, nosotros nos topamos con los ojos tristes de una mascota abandonada y maltratada. En lugar de una delincuente, sufrimos el drama de una mujer a quien se le niega el derecho a decidir. En vez de un maricón o un inmoral, defendimos un joven discriminado por tener una opción sexual diferente.
Nosotros no nos quejamos de llenos en una ciudad donde sobra la plata, trabajamos por informar la injusticia que sufre la región con el mayor costo de vida del país y que mira impotente, como sus recursos naturales enriquecen a unos pocos a nivel central y en mayor medida, a gigantes compañías extranjeras.
Todo ello, siempre con un enfoque centrado en los valores periodísticos de la veracidad y la inmediatez. Este medio tiene una línea editorial clara, pero jamás ha inventado una cifra o una declaración.
Es esta visión informativa seria, directa, la que se ha visto premiada con el mejor y más preciado reconocimiento: Una alta credibilidad y creciente lectoría, que rápidamente pasó de los 200 visitantes diarios iniciales a varios miles que nos prefieren diariamente, difunden nuestras noticias en las redes sociales y se empoderan cada vez más con la verdad.
También hemos dado un espacio a todas esas manifestaciones culturales que se extienden en las ciudades de la región. Fue precisamente ese hecho, el que nos permitió abrir las puertas a muchos artistas locales que mediante nuestras informaciones, lograron dar a conocer su arte.
Cumplido nuestro objetivo de instalarnos como un actor relevante a nivel regional, iniciamos ahora otro aún mayor: Expandir los frentes noticiosos, dar espacio al deporte y al humor, además de enfocarnos a crear una versión impresa, con la cual entregar el poder de la verdad a todas aquellas personas que no cuentan con acceso a las redes sociales.
Para ello, necesitaremos su lectoría, pero también su apoyo. Por esta razón, lanzaremos la campaña “Yo quiero un nuevo diario para Antofagasta”, mediante la cual convocaremos a la ciudadanía a publicitar a bajos costos o realizar sus aportes, además de emplazar a los organismos públicos y privados a invertir en avisaje en este medio, netamente local, y no solo en las grandes cadenas de Santiago.
Estamos seguros que para entonces, como siempre, contaremos con el respaldo ciudadano. Y así mismo, Antofagasta también puede estar segura que nuestro compromiso informativo sigue intacto y que con la convicción de la mujer nortina y del curtido hombre de la pampa, este es solo el primero de los muchos años que seguiremos informando junto a ustedes.
¡Muchas gracias a todas y todos!