“Sueños en el Desierto” es un documental que explora un fenómeno migrante desde las vivencias personales de tres mujeres, construido en tres capítulos, donde uno de ellos es el relato en primera persona en el que la realizadora explora su propia experiencia como colombiana viviendo en Antofagasta.

El proyecto buscar ser un aporte concreto a la convivencia social, y al enriquecimiento de la identidad chilena a través de la interculturalidad. Busca hacernos reflexionar en torno al desencuentro entre inmigrantes colombianos y antofagastinos para mirarnos los unos a los otros despojándonos de ideas preconcebidas y estereotipos, muchas veces difundidos por los medios de comunicación masivos. El equipo de producción está convencido que es necesario contar estas historias para comprendernos mejor, y hacerlo en primera persona crea más empatía a través de una mirada desde donde se pueden abrir las vías para la verdadera integración social y el intercambio cultural.

Angélica es colombiana y llegó a Chile en 2013, buscando vivir el “sueño chileno”. “Mi primer hijo nació aquí”, nos cuenta, pero “en octubre de 2013 tuvo lugar una marcha contra los inmigrantes y florecieron múltiples grafitis xenófobos ante la impávida mirada de los carabineros. Tuve miedo…Un año después, los violentos comentarios en la calle, en taxis y el trabajo, hicieron que la situación se tornara asfixiante”.

Rafaela Castro 28 años, actriz afrocolombiana
Rafaela Castro 28 años, actriz afrocolombiana

Por eso, decidió contar su experiencia viviendo en esta ciudad. “Intento dilucidar por qué se dio ese choque cultural tan rotundo. Yo llevo más de quince años viviendo fuera de mi país en diferentes partes del mundo. Sin embargo, antes de llegar al norte de Chile, nunca había sufrido un rechazo tan manifiesto por la simple razón de ser colombiana. Aquí no hay disimulo, ni vergüenza al reproche social. Intento entonces entender esta situación de la mano de Carmenza y Rafaela, dos mujeres colombianas que luchan con tesón por forjarse un futuro en tierras nortinas. En mis encuentros cotidianos con ellas, busco cuestionar la manera en que esa mirada de los otros cambia nuestra manera de mirarnos a nosotras mismas. Juntas reflexionamos sobre cómo ese desencuentro hace que nosotras, las inmigrantes colombianas, nos veamos forzadas a reconducir nuestra vida” concluye Angélica.

El documental que duró tres años en su realización, se realizó íntegramente en la ciudad de Antofagasta (norte de Chile) donde residen alrededor de 18.000 inmigrantes colombianos, según datos del Consulado de Colombia en Antofagasta de 2017, atraídos seguramente por un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de US$23 mil (tasa nominal del año 2013), que casi triplica el de Colombia

El proyecto es financiado por el Fondo de Fomento Audiovisual (Chile, Convocatoria 2018) y co-financiado por el Fondo de Desarrollo Cinematográfico (Colombia, convocatoria 2015) y tiene fecha de estreno para julio del 2018