Componer música y registrarla de manera inmediata nunca fue tan fácil como en la actualidad. El éxito de géneros donde no es necesario contar con un grupo de personas tocando en simultáneo es otro síntoma de este fenómeno. En esta nota, algunos consejos para quienes quieran montar un “estudio” casero.
Define qué grabar
Voces, bases electrónicas o canciones acústicas, cada una de esas opciones será diferente en términos de qué se necesita para grabar. Para algunas personas, un controlador midi o una drum machine podría ser suficiente para componer, mientras que alguien que busque usar instrumentos eléctricos o micrófonos necesitará de una interfaz.
Define el equipo
Aunque hay opciones económicas para grabar (existen discos completos que se han grabado desde un celular), invertir en el equipo adecuado puede hacer una gran diferencia en términos de sonido. En primer lugar es importante un buen PC, donde poder ejecutar un software de edición de audio que permita grabar y editar pistas.
Una interfaz de audio te permitirá conectar tus instrumentos y micrófonos al ordenador, evitando que las vibraciones y señales emitidas desde el PC puedan causar interferencia o ruidos molestos. Como complemento, un mixer de audio permite enchufar más de un instrumento o micrófono al mismo tiempo para mezclar el sonido en vivo.
Los micrófonos son esenciales en un estudio casero. Existen distintos tipos según el uso que se busque darles, siendo los micrófonos de condensador ideales para grabar en ambientes silenciosos, muy usados para voces en estudio. Por su parte los dinámicos sirven para amplificar sonidos o grabar en condiciones más rudas, por lo que son usados para ensayar voces o para la grabación de instrumentos amplificados.
Define tu espacio
Elige una habitación o un espacio de tu casa que sea lo más silencioso posible y tenga buen aislamiento acústico. Evita habitaciones con mucha reverberación o ruidos externos. Para obtener un entorno de grabación y mezcla óptimo, considera agregar tratamientos acústicos a tu estudio. Estos pueden incluir paneles absorbentes de sonido, difusores y trampas de graves para minimizar las reflexiones y resonancias no deseadas.
Ideal también que tenga espacio suficiente para acomodar todo el equipo necesario, como pueden ser instrumentos, cables, monitores y micrófonos, entre otros.