En el norte de nuestro país se conocen muchas leyendas, las más populares son las que rodean a los mineros y el desierto de Calama. La historia de “La Lola” es una de las más escalofriantes de esta zona.
Se dice que hace décadas, una hermosa mujer llamada Dolores vivía en la capital de la Provincia El Loa y era codiciada por la mayoría de los calameños, quienes la apodaban “Lola”. La joven tenía un padre que se obsesionó por cuidarla y alejaba a todos los pretendientes que se acercaban a su hija.
Cuando la chica se enamoró, sabía que su padre no aceptaría la relación, por lo que decidió escaparse junto a un minero de la zona.
Pasó el tiempo y la feliz pareja decidió contraer matrimonio, sin embargo, un día antes de la boda, Dolores sorprendió al supuesto amor de su vida en la cama con otra mujer y cegada por el dolor, lo mató a él y a su amante.
Al otro día, la joven aseguró que los habían asaltado y que había asesinado a su prometido. Las investigaciones obviamente revelaron la culpabilidad de la mujer, quien decidió escapar a los cerros.
En la oscuridad y sequedad del desierto, la chica perdió la razón y llegó al cementerio local para robar el ataúd de su amado, con el cual recorre los cerros de la ciudad buscando al supuesto asesino de su prometido, pues, en su locura, aún no acepta que ella fue quien le quitó la vida.
La leyenda dice que “La Lola” aún camino por el desierto y se aparece a los mineros y vagabundos del lugar, quitándoles la vida, acusándoles de ser los homicidas del amor de su vida.
