Una delegación vinculada al Movimiento de los territorios por la defensa y recuperación de las aguas y la vida del norte, centro y centro sur de Chile; La Red por la defensa de los territorios; y el Centro de Estudios Sociales deChiloé, ingresaron una denuncia formal ante la Superintendencia del Medio Ambiente en Santiago por la contaminación causada por la industria salmonera y la responsabilidad de organismos públicos como Sernapesca.
Junto con la denuncia donde se ingresaron una serie de antecedentes, también se solicita una serie de diligencias al organismo de acuerdo a sus competencias, que incluye la determinación de responsabilidades públicas y privadas con respecto al vertimiento de 9 mil toneladas de desechos salmoneros; la realización de estudios independientes; La relación de la sobrecarga de nutrientes y materia orgánica a causa de estos desechos con el mayor impacto de la marea roja; Las afectaciones directas de estos desechos y los múltiples químicos que la industria acuícola utiliza en los monocultivos del salmón, como antibióticos, polifen7, entre otros; como asimismo, una dimensión real sobre mayores peligros al ecosistema, la seguridad marítima y alimentaria, la vida de especies marinas y la salud pública de la población.
Asimismo, las organizaciones han anunciado que se evalúa recurrir a otras instancias de fiscalización administrativa y de procedimientos punitivos, considerando la configuración de evidentes delitos e infracciones, lo que también incluiría una denuncia ante organismos internacionales de Derechos Humanos.
Movimientos unidos
En la ocasión, acudieron este viernes a la dependencia de la Superintendencia ubicada en calle Teatinos en Santiago, vocerías del Movimiento por la defensa y recuperación del agua y la vida de la zona norte y centro, como también, representaciones del Movimiento por la recuperación de las aguas del Ngulumapu (centro sur de Chile), quienes hacen responsables de los vertimientos e impactos por contaminación a las empresas: Aquachile S.A; Aguas Claras S.A, Granja Marina Tornagaleones, Trusal S.A; Mar Ventisqueros S.A; Australis Mar S.A; y a los organismos: Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante; y SERNAPESCA, cuyo director nacional es José Miguel Burgos, estos últimos por ser las instituciones responsables directos en autorizar la descarga de 9 mil toneladas de desechos salmoneros.
Como se ha señalado insistentemente, durante el transcurso del mes de marzo, y como si el océano fuese un vertedero, una cantidad indeterminada de salmones podridos desde los centros de cultivo, fue arrojada al océano.
Sobre esto, la sobrecarga de nutrientes y materia orgánica en cantidades que superan las capacidades del ambiente para absorber, reciclar o dispersar este ingreso de nutrientes, no solamente implicó eventos de afloramiento de microalgas, sino además la aparición de condiciones anaeróbicas en este sistema, condiciones que habrían causado mayores alteraciones y perjuicios a los embates de la marea roja y asimismo, una grave contaminación por antibióticos que son usados por la industria a sus monocultivos del salmón y otros químicos como prolifan7; hechos que habrían causado la mortandad directa a diferentes especies.
Especies en peligro
Cabe señalar que diferentes especies de bivalvos, peces, lobos marinos, entre otros, han aparecido con una masiva mortandad en las costas de Chiloé, consecuencias que van más allá de los efectos de la denominada marea roja.
Además de la determinación de responsabilidades, las organizaciones han solicitado la realización de estudios independientes, científicos, transparentes, que determinen de manera fidedigna los impactos ambientales con respecto a la magnitud de desechos salmoneros en las costas de Chiloé y la determinación de los peligros reales para el medio ambiente, la salud pública y las condiciones de vida de la población.
Cabe señalar que así como en diferentes puntos del País se vienen realizando manifestaciones, en Santiago este viernes a las 18,30 horas, en paseo Ahumada con Alameda comenzará una concentración para exigir respeto por los habitantes de Chiloé y el fin al debacle salmonero.