La carta por el centralismo y la contaminación en Antofagasta que entregó Ricardo Díaz al Presidente Sebastián Piñera

Uno de los hitos destacados de la visita del Presidente Sebastián Piñera a la ciudad de Antofagasta, no estaba considerado en la agenda oficial. Se trata de la entrega de una carta al Primer Mandatario por parte del Consejero Regional Ricardo Díaz, en la cual se reclama y exigen soluciones por el centralismo y la contaminación que afecta a la ciudad.

El dirigente social y quien fuera vocero del movimiento #EstePolvoTeMata, se acercó al primer mandatario en el marco de la inauguración de una comisaría, oportunidad que aprovechó para entregar la misiva a Piñera, en medio de la evidente incomodidad del Intendente Marco Antonio Díaz y la Diputada Paulina Núñez.

Nuestra región no puede continuar soportando las externalidades negativas de la minería, mientras el resto del país y la región metropolitana se benefician de nuestros recursos“, indicó Díaz respecto a las razones que lo llevaron a entregar la carta al Primer Mandatario.

¿Qué decía esta carta? Revíselo aquí:

Señor
Sebastián Piñera Echeñique
Presidente de la República

Señor Presidente:

La región de Antofagasta ha sufrido las consecuencias del centralismo que, no sólo se evidencia en nuestra institucionalidad, sino que también en la cultura de quienes ocupamos cargos de representación popular, quienes realizan los planes y programas de los ministerios y quienes ejecutan esos planes en los diferentes servicios públicos. Dicho centralismo, ha generado que nuestra región se haya visto postergada, sacrificada y estancada económica, social y culturalmente durante décadas. La región que entrega cerca del 30% del PIB nacional, la que ha sido llamada como la capital de la minería, que ahora lidera la renovación de la matriz energética, con nuevas plantas fotovoltaicas y eólicas, como la gran zona de la astronomía mundial gracias a sus cielos limpios, esta región que tanto ha dado al país, hoy, no recibe el que se merece por parte del Estado chileno.

Nuestros datos estadísticos son indignantes para quienes vivimos y sufrimos las externalidades negativas para el progreso del resto del país: tenemos la tasa más alta de desempleo, tenemos una de las mayores mortalidades por cáncer (8 veces más que la media del país), tenemos las cifras más altas de contaminación por metales pesados (según informe de Universidad de Antofagasta), tenemos falta de conectividad entre nuestras comunas y la ruta que nos une con las otras regiones es deficitaria, tenemos un hospital que debe ser evacuado por escapes de gases o que a veces no puede atender a los vecinos por un mal software instalado por la concesionaria.

Son muchos los males que nos aquejan. En lo particular quiero referirle la grave situación de contaminación que vive la comuna de Antofagasta. La ciudad de Antofagasta tiene una grave situación de contaminación por metales pesados que tiene su origen en el puerto de Antofagasta. El Gobierno anterior se comprometió a un plan de remediación que según informe de la Contraloría General de la República número 906/2016 no cumplió. La Corte Suprema falló en favor de las demandas ciudadanas, pero, hasta el momento, sólo se han entregado meras declaraciones de cumplimiento, las cuales, carecen de ejecución real. Hay cientos de niños y personas que viven en el sector afectado y aún no se ejecuta un plan sanitario tal como lo pide el Colegio Médico para atender a las personas, porque, a pesar de todas las denuncias y evidencia entregada, aún no se define que el puerto de Antofagasta no puede seguir acopiando metales pesados que afectan a la población.

Resulta relevante la existencia de un nuevo trato por parte del Gobierno Central, ya que gran parte de la contaminación de nuestra ciudad es producto de acopios en terrenos de ferrocarriles y del puerto al aire libre, los cuales, pertenecieron casi en su totalidad a CODELCO, que es una empresa del Estado. Por otra parte, el puerto que decidió concesionar y, por ende, sacrificar a la ciudad y convertirla en bodega de metales pesados para la minería, también es una Empresa Estatal, EPA (Empresa Portuaria de Antofagasta). Finalmente, la grave situación de contaminación sufrida en establecimientos educacionales, como el Liceo Industrial y jardines infantiles, es provocada por la planta procesadora de aguas servidas (que, además, sólo procesa el 30% de las aguas y no ha sido renovada por años), cuando la administración de estos servicios corresponde a ECONSSA, otra empresa estatal.

Lo anterior, son sólo ejemplos de situaciones que se replican en todas las comunas de la región. Así en Mejillones y Tocopilla se sufren las consecuencias medio ambientales y a la salud debido a las termoeléctricas, Calama y Taltal sufren las consecuencias de la Gran Minería y sus relaves.

Pareciera, señor Presidente, que -mientras el resto del país y, principalmente, la Región Metropolitana recibe un 30% del PIB que produce nuestra Región para construir nuevas líneas de metro- nosotros seguiremos recibimos apenas un 8% de inversión en gasto público y sufriendo –sin mitigación o compensación alguna- las externalidades negativas debido a la postergación del Estado en materia social, económica, cultural, en ciencia y tecnología y, en definitiva, en calidad de vida.

Depende de usted, señor Presidente, que Antofagasta reciba un nuevo trato del Estado, no sólo por lo que entrega al país y a la Región Metropolitana, sino porque su población no puede seguir entregada al sacrificio del crecimiento económico de unos pocos o de proyectos que, ni siquiera, benefician a dicha población. Chile no puede perder su norte, sobre todo, si este norte le da y le ha dado tanto al país para su crecimiento.

Por ello le pido formalmente que considere las siguientes medidas:

• Generar plan sanitario para la comuna de Antofagasta que proteja a la población y mitigue efectos adversos de contaminación
• Crear un laboratorio geoquímico para la región que permita conocer la realidad de la contaminación de cada comuna de la región para informar sobre riesgos de la población y que monitoree procesos que puedan afectar la calidad de vida de las comunas.
• Mejorar atención de Hospital Regional Dr. Leonardo Guzmán y dotar de especialistas para las áreas que más aquejan, en conjunto con un auge regional que atienda a las personas con graves afectaciones en nuestra ciudad.
• Dotar a representantes de la región de participación en directorios de empresas estatales que afectan la calidad de vida de la ciudad.
• Generar un plan de modernización de las plantas de tratamientos de aguas servidas de la región.
• Finalmente, solicito a usted que su Gobierno implemente un nuevo trato para nuestra región, que los recursos que generados para el resto del país y para la región Metropolitana, se retribuya a nuestra población; que nuestra población deje de ser considerada como sujetos sacrificables y entregados a las diversas fuentes contaminantes y que las industrias o iniciativas desarrolladas con recursos producidos de la región, se implementen en la región de Antofagasta y no en otra región (como se quiere realizar, por ejemplo, con el Centro Tecnológico para la Manufactura Avanzada que, con dineros provenientes del litio de la región de Antofagasta, se pretende construir en la Región Metropolitana o en la del Bio Bio.

Espero que, con estas primeras medidas, se pueda iniciar su declaración de lograr un desarrollo real, respetando el medio ambiente y, por sobre todo, cuidando la salud y calidad de vida de quienes vivimos en esta región.

Chile no puede perder su norte.

Atentamente,

Ricardo Díaz Cortes
Consejero Regional.