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Jueves 25 de Abril del 2024 18:34

La historia de la Quiltra Negra Matapacos que recorre Antofagasta y Calama

Es vista como compañera y símbolo de la descentralización, el poder femenino, las adversidades y la resistencia. La escultura comenzó su viaje en Santiago recorriendo también Antofagasta a un año del estallido social y llegando a Calama en la conmemoración de la muerte de Robinson Gómez, quien perdió la vida protestando.

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Hace poco más de un año comenzó el reconocido estallido social, el día en que se reescribió la historia de nuestro país, donde el descontento no se quedó en el conformismo y la unión levantó un nuevo Chile; uno que no calla, uno que no se rinde, uno que lucha por el futuro de las nuevas generaciones y el bienestar de todas y todos sin sesgar.

Las calles se repletaron con cantos, carteles y distintos tipos de manifestaciones, que quedaron plasmadas en las paredes, fotografías y en la memoria de miles de chilenos y chilenas. Fue aquí, donde a lo largo de las veredas se reconoció una familiar imagen, la del típico quiltro chileno, el “Negro Matapacos”, de pelaje oscuro, patas largas y un rabo campante frente a las dificultades que se le presentaran.

El perro de bandana roja siendo uno más en las manifestaciones y marchas, pasó a ser un símbolo a nivel mundial e ícono del estallido social, y pese a no encontrarse físicamente hoy, su legado quedó marcado en la historia de nuestro país. De esta forma, es que surgió la escultura en su representación, y cómo no, posteriormente su compañera.

Imagen: “Negro Matapacos”, Nelson Arancibia.

La reconocida escultura gigante del “Negro”, surgió en noviembre del pasado año en manos del artista visual Marcel Solá y del colectivo Patio de Artes, conformado por Jaime Torres y Fernando de Calisto.

¿POR QUÉ DOS QUILTROS?

En conversación con Marcel Solá, quien además es máster en museología, expresó “La imagen del quiltro o quiltra representa lo que somos, el mestizaje, nuestra identidad y estos seres que viven en la calle. El quiltro callejero principalmente al que aludimos son seres que han llegado ahí porque justamente están sumidos en un abandono, en un maltrato permanente, en la indiferencia y también discriminación, por eso que nosotros consideramos pertinente hacer una escultura para homenajear lo que vive este ser vivo que tiene mucha relación con lo que le pasa a gran parte de la sociedad chilena, que normalmente vive también estos maltratos, esta indiferencia de la clase dominante política y empresarial”.

Agregando que éste simboliza lo que somos, con esa capacidad de resistencia y resiliencia, de poder levantarse una y otra vez y de sobrevivir más que vivir en un ambiente adverso.

Es de esta forma, como aquella gran escultura toma peso y permite que tantos ciudadanos se identifiquen. Resaltando en tantas convocatorias sufrió innumerables daños, fue quemado en dos oportunidades, golpeado y arrastrado por las calles y tras mucho andar, llegó su compañera para seguir en la lucha.

Imagen: Museo del Estallido Social.

La escultura de la Quiltra Negra Matapacos, llega de la mano de los mismos escultores de la versión original, cuyas motivaciones principales son, en palabras de Solá “primero como una manera de dejar en claro la importancia que tiene el tema de la igualdad de género, el tema paritario también (…) nos faltaba eso de la fuerza de la lucha femenina” reforzando la idea del cuidado que merece el género femenino por todas las agresiones que ha sufrido en términos de violencia de género.

Mientras que por otro lado, a través de esta reconocida obra, buscan poner el acento en la importancia de la descentralización del movimiento, ante esto, el artista agregó “no todo el foco este en Santiago, por eso es que se pensó en hacer una escultura  que pudiera moverse por distintas ciudades de Chile y pensamos inicialmente en el norte, porque la lucha que ha dado el pueblo de las ciudades como Antofagasta, Calama, o Iquique ha sido muy importante”.

EL CAMINO DE LA QUILTRA

La Negra, parte su recorrido como un ser renovado dentro de la crisis sanitaria que se vive a nivel mundial para acompañar la contienda que no ha cesado desde su inicio en octubre del 2019, pese a las circunstancias actuales. Iniciando en el Museo del Estallido Social ubicado en la región Metropolitana y avanzando un amplio camino hacia Antofagasta donde llegó el 15 de octubre y acompañó a los manifestantes hasta trasladarse posteriormente a Calama en noviembre.

Imagen: “El Vaquita”, Archivo.

Fue en esta primera parada, donde se hizo presente en diversas actividades de protesta y lucha, reuniendo a cientos de antofagastinos, y cómo no, a los quiltros que siguen desde el primer instante esta causa, esos perritos comunitarios que son fieles amigos.  Es aquí, donde recordamos a “Vaquita”, el reconocido perro que ha resaltado en la historia de la Perla, siendo apañador y valiente, recorriendo kilómetros en cada marcha y enfrentándose a las fuertes ráfagas de los carros lanza agua, casi como un juego. Y que, así como el Negro Matapacos y las correspondientes esculturas, es símbolo de este estallido en nuestra región.

De esta forma, la Quiltra continúa su extenso camino a la ciudad de sol y cobre, donde se sitúa en la plaza 23 de marzo hoy reconocida como Plaza Robinson Gómez, compañero a quien se le arrebató la vida en contexto de las movilizaciones sociales y que, precisamente este pasado 12 de noviembre, día en que llegó la quiltra, se conmemoraba un año de su muerte.

Situada en el centro, su pañoleta característica que traía desde Antofagasta, fue cambiada por una de origen calameño, para recordar la identidad del pueblo. Y hasta caer la noche, acompañó a los presentes entre algunos cantos, carteles y velas durante la velatón por Robinson. Para al día siguiente, recorrer en una caravana gran parte de la comuna.

La tradicional bandana que lleva amarrada a su cuello, cumple la función de entrar potentes mensajes a su paso. Inició su viaje con una pañoleta morada recordando la lucha feminista, mientras que en cada región que pise, será una nueva oportunidad para comunicar. Desde Antofagasta, esta lienzo morado pasó a ser uno colorido con el mensaje “El Norte Resiste”, mientras que al llegar a la ciudad loína, pasó a ser un característico matiz con la frase “Ckalama en la lucha”, esperando continuar con esta práctica a cada lugar que llegue, y, entregándole de esta forma, un sentido de pertenencia.

Video: Cambio de pañoleta a la “Quiltra Negra Matapacos”, 12 de noviembre en Calama.

El viaje de la “Negrita”, fue posible gracias al apoyo y compromiso de las organizaciones territoriales que existen en Antofagasta y Calama, siendo todo autogestión y no respondiendo a ningún proselitismo político, según recordó Marcel, quien destaca la organización ciudadana, donde distintas organizaciones y artistas pertenecientes al Museo del Estallido Social coordinaron e hicieron posible la gestión.

En este punto, fue imprescindible el apoyo de La Colibrí Eco Social y el medio de prensa independiente Prensa Capucha Calama, quienes organizaron el arduo viaje y se encargaron de reunir los fondos para que la Quiltra acompañara la lucha que mantiene cada territorio, cuya coordinación nace en el museo a tantos kilómetros de distancia.

Para la Colibrí Eco social, la travesía de la “Kchorra Kiltra Matapacos” como le menciona, tiene un significado especial, señalando “El sentido que tiene esta escultura, va más allá de todo lo que puede simbolizar el tema de la lucha o la resistencia contra la represión que se ha vivido durante todo este estallido social, es darle otro significado, es darle un significado de esperanza, de que las familias vuelvan a tomarse los territorios, de que vuelvan a sentir el sentido de pertenencia por la ciudad en las que viven (…) también es como un ícono de memoria, de no olvidar, por qué fue el estallido social, qué nos falta, entonces es un símbolo más allá que sea de violencia como lo pueden ver algunos, es algo mucho más allá de eso”.

MUSEO DEL ESTALLIDO SOCIAL

Mural en M.E.S, realización @ecos30

Este espacio, toma vida hace poco tiempo con el afán de documentar todo lo acontecido desde el inicio del estallido social, lo que, como se mencionó anteriormente, cambió la historia de Chile para siempre. Encontrándose en Bellavista, específicamente en Dardignac 0106, B., muestra en su interior diversas expresiones de manifestación en sus murallas y rincones, siendo un museo del pueblo, para el pueblo.

No quedándose sólo en lo terrenal, también abrió una puerta para seguir conociendo de este movimiento a través de la página web del Museo del Estallido Social, donde puedes encontrar un amplio repertorio de registros a través de fotografías de las marchas, videos, audios de familiares de presos políticos, declaraciones, entre tanto más. Asimismo también invita a participar de esta plataforma aportando con contenido, documentación o testimonios vinculados a esta revuelta.

Marcel Solá, parte de este sitio, finalizó “No es que pongamos solamente el museo como nombre casi como un fetiche, sino que también, la idea es desarrollar las ideas museológicas en este espacio (…) el permanente desarrollo de investigación, de proyectos de educación, de conservación, básicamente todas las funciones deontológicas que tiene la museología o las instituciones llamadas a ser museo. Las queremos implementar, pero queremos fortalecer eso con una mirada más bien dinámica, que quizás no siempre la tienen los museos, sino mas bien los centros culturales que son espacios donde se pueden crear conversatorios, charlas, y ese es el foco del espacio”.

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