El bullying en colegios cada día se hace más frecuente y conocido a través de distintas plataformas, que evidencian la crueldad a la que muchos niños, niñas y jóvenes se enfrentan siendo víctima de sus propios compañeros de escuela. Uno de los últimos casos que ha impactado a la comunidad por las graves secuelas que ha dejado, es el de un menor de 10 años perteneciente a la Escuela Claudio Arrau de Melipilla, Región Metropolitana.
Según informó la madre del pequeño a Bío Bío Chile, la pesadilla de su hijo comenzó a principios del presente año tras el inicio de las clases presenciales, donde ya a fines de marzo comenzó a presentar dolencias en la escuela, cosa que no sucedía en su hogar.
“Él iba súper entusiasmado. Pero al final de marzo, me dijeron que sufría de dolores de cabeza y que le dolía cuando había ruidos muy fuertes”, afirmó. Lo que en un punto significó retirarlo del colegio al menos 3 o 4 veces por semana.
Sin embargo, tras estudios y exámenes, una conocida dio en el clavo tras conocer un caso similar: podría tratarse de acoso escolar. Fue entonces cuando la madre logró escuchar a su hijo “Mamá, un niño me molesta“.
RESPUESTA DEL COLEGIO
Tras la verdad del menor, la mamá llegó hasta la Escuela Claudio Arrau de Melipilla, donde sólo recibió excusas como que “No sabían por lo que estaba pasando” o que “No tenían una bolita de cristal“. Posteriormente le indicaron que no podían hacer nada más que recreos diferidos con el abusador y la compañía constante de una inspectora, medidas que serían correctas de acuerdo a la Corporación Municipal de la comuna, quienes a la vez son sostenedores del establecimiento.
Y Con esta respuesta, los episodios de violencia no cesaron llegando incluso a ser amenazado de muerte por su agresor, con un diagnóstico de cefalea tensional secundaria al bullying escolar, detalló el medio.
TODO POR EL BULLYING
Lamentablemente, la situación se agravó aún más, “Apenas llegó al colegio, el niño lo empezó a molestar de nuevo, y me llamaron porque le dolía la cabeza. Mi hijo estaba bien, con ánimo. Pero a esa hora, empezó a hacer movimientos estereotipados y desmayarse muchas veces”, lo que lo llevó de urgencias.
En el lugar, la víctima de tan solo 10 años sufrió múltiples desmayos, crisis, parálisis faciales y lagunas mentales, debiendo ser dormido con fuertes fármacos.
“El bullying escolar es fuerte, mi hijo tiene alucinaciones donde ve al niño apuñalándolo“, agregando que debido a esto su sistema nervioso colapsó, “hizo que él no caminara, no hablara, no pudiera tener fuerza en las manos ni brazos“.
Haciendo un llamado desesperado a no vulnerar la infancia de su pequeño, la afectada puso la denuncia correspondiente para poder cambial el niño de escuela, así como también se tomen las medidas con el causante de estos ataques.
