La minería es uno de los temas más importantes en el norte del país, sobre todo cuando hablamos de cambios, evoluciones y desafíos tecnológicos y de desarrollo que incumben a la región de Antofagasta. Así lo cree la Ingeniera Comercial y MBA en Dirección de Empresas, Gladys Chau, quien con más de 25 años de experiencia, se desempeña como Gerenta de Recursos Humanos del Centro de Entrenamiento Industrial y Minero (CEIM).
“Comencé en la Fundación Minera Escondida en el año 96, y en el año 99 inicié este desafío en CEIM en el que ya llevo casi 25 años. Me tocó trabajar en la conformación de ambas organizaciones, estuve a cargo de todos los trámites operativos para el inicio de ambas entidades. Tuve el desafío de diseñar los procesos operativos y formación de los equipos de trabajo”.
Grandes desafíos ha afrontado Gladys, “pero los que me ha marcado han sido sin duda el nacimiento de mis hijos, este es el desafío más importante con un aprendizaje continuo“. Hoy puedo concluir que mi rol más importante está con mi familia, en mi papel de madre, de hija, y hermana”.
Tocopillana de cuna, con gustos influenciados por sus raíces.
Descendiente china, vivió su infancia en Tocopilla y a sus 10 años llegó a Antofagasta. Madre de Miguel y Saulin, quienes viven en el país asiático y España, respectivamente. Su comida favorita, “como toda nortina“, son: el pescado en todas sus formas y la comida china, que la conecta con sus tradiciones ancestrales.
Es fan del Señor de los Anillos, le gusta ver películas de comedia y acción y “disfruto mucho salir a caminar mientras escucho música”, principalmente sus favoritos: “El grupo Bee Gees, Neil Diamond, Luis Miguel, Roberto Carlos. En general, me gusta la música romántica del recuerdo”.
Entre cerros y mar, vive una Antofalover y mujer de fe
Gladys declara que se siente toda una Antofalover, con un cariño especial por el lugar donde vive; sector Coviefi. “Allí puedo apreciar el mar y al mismo tiempo disfrutar del encanto de los cerros. Desde mi ventana, durante los atardeceres veo las maravillosas puestas de sol inigualables que no existen en otra parte del mundo”. Además, “como soy una mujer de fe, puedo acudir a la Parroquia que está muy cerquita de mi hogar. Coviefi es muy complementario a mi vida, tiene todo lo que me gusta cerca de mí”.
Un escenario natural que le permite reflexionar sobre su labor y responsabilidades en un servicio tan complejo socialmente y tan nuevo en inclusión para las mujeres, como es la minería. Para Chau, es muy importante la participación femenina en cuanto a la evolución histórica, reconociendo a Elena Caffarena como una de las principales influencias nacionales.
“Fue una mujer con un gran sentido social, defensora de los derechos de la mujer, redactando el Proyecto de Ley del voto femenino, y fue gracias a este histórico hito que las mujeres de hoy podemos participar, decidir y tener voz sobre el país en el que queremos vivir”.
Un Antofagasta vanguardista y una mujer recordada como impulsora de equidad
Antofagasta seguirá creciendo en todo ámbito de aquí a un futuro de 100 años. Pero Gladys tiene una visión mucho más grande para la perla del norte.
“Visualizo Antofagasta como una ciudad vanguardista y contemporánea, con perspectiva de una comunidad inclusiva, respetuosa y visionaria, sobre todo, comprometida con el medio ambiente, en un uso generalizado de fuentes renovables de energía aprovechando las maravillas naturales de nuestro ecosistema nortino. Una ciudad avanzada tecnológicamente, cuyo desarrollo se oriente hacia el bienestar social y mejorar la calidad de vida de la población”.
Al mismo tiempo, “Como creyente y persona de fe, me gustaría ser recordada como alguien que siempre procuró ser justa con quienes trabaja, como una impulsora de la equidad, como una buena madre para mis hijos, como alguien que disfrutó la vida, que nunca dejó de creer, crecer, aprender y agradecer”.
