Un esquema delictivo relacionado con el robo y clonación de vehículos chilenos ha salido a la luz, con autos sustraídos en el país que son transportados a Bolivia, donde son desarmados o comercializados con documentación falsa.
Según información entregada por el Diputado Sebastián Videla, la organización criminal tendría su base de operaciones en el norte de Chile, desde donde moviliza vehículos sustraídos en ciudades como Antofagasta, Calama y Santiago. En Bolivia, los autos son almacenados en un sector específico cuya ubicación se mantiene en reserva por motivos de seguridad, según los antecedentes preliminares.
La situación ha motivado un oficio al Ministerio de Relaciones Exteriores y a la Subsecretaría de Relaciones Exteriores, solicitando acciones inmediatas para coordinar operativos internacionales en conjunto con las autoridades bolivianas.
Entre las medidas propuestas destaca la necesidad de una reunión binacional para combatir de manera efectiva el crimen organizado que opera entre ambos países.
El llamado también incluye la colaboración ciudadana para aportar antecedentes que puedan facilitar las investigaciones en curso.