El Ministerio de Salud informó que las ciudades de Antofagasta, Calama y Mejillones continuarán en cuarentena, debido a los índices de contagios de coronavirus en estas ciudades.
De esta forma, Calama llega a 90 días de cuarentena, mientras que Antofagasta y Mejillones llegan a 77 días de confinamiento desde que se aplicó la medida el 23 de junio. Se trata precisamente el número de días de cuarentena y restricciones que cumplía el 8 de abril pasado la ciudad China de Wuham, donde se originó la pandemia por SARS-CoV-2, cuando las autoridades chinas decidieron levantar algunas de las restricciones luego de no registrar ninguna muerte y ningún contagio a nivel local.
Una situación distinta a la que se vive en la región de Antofagasta, donde se ha reducido paulatinamente el número de casos y muertes en la región, que alcanzaron un primer peak en la segunda semana de julio, pero la propagación del virus continúa, como también las muertes, que llegan a 460 decesos confirmados en total, sin considerar aquellos que resultan sospechosos de estar asociados también al coronavirus, por lo cual la cifra puede ser superior (609 según los datos del DEIS del Ministerio de Salud hasta el 6 de septiembre).
REGIÓN DE ANTOFAGASTA VS WUHAN
En el caso de Antofagasta, la ciudad estuvo además en una primera cuarentena desde el 5 de mayo, pero luego las autoridades del Ministerio de Salud decidieron levantar las restricciones el 29 de mayo en medio de los cuestionamientos del mundo académico, especialistas y autoridades comunales, quienes acusaron que desde el Gobierno central estaba primando el criterio económico por sobre el sanitario a la hora de relajar las medidas.
Considerando los dos periodos de cuarentena, Antofagasta supera los 100 días de confinamiento durante los últimos meses. A pesar del buen cumplimiento de la mayor parte de la ciudadanía durante la primera cuarentena, el levantamiento de la medida a finales de mayo coincidió con un aumento de casos que se volvió explosivo con el paso de las semanas, llevando a que casi un mes después, a finales de junio, se declarara nuevamente cuarentena en la ciudad, la que se mantiene hasta la actualidad.
En tanto, la ciudad de Calama fue escenario de algunas de las escenas más dramáticas de la pandemia en el país, llegando a quedar sin camas UCI disponibles, con denuncias de personas compartiendo habitación con personas fallecidas en el Hospital de la ciudad y obligando al traslado de pacientes críticos a otras ciudades del país frente al colapso del sistema sanitario, situación que llevó a que se declarara cuarentena desde el 9 de junio, decisión que las autoridades locales calificaron también en la oportunidad como tardías.
En la actualidad ha sido apreciable una disminución en el cumplimiento de las medidas y mayor número de personas en las calles, por razones que van desde el plano económico de quienes requieren generar recursos diariamente y reclaman falta de medidas de asistencialidad del Gobierno, como también por el hastío que muestra una parte de la población con el hecho de mantenerse en sus casas, mostrando debilidad en la percepción de riesgo respecto al virus.
Asimismo, a diferencia de la restrictividad de las autoridades chinas en Wuhan, la cuarentena en la región de Antofagasta tuvo la “letra chica” de ser aplicada en todo momento solo al radio urbano, pero no a las faenas mineras y complejos industriales en los alrededores, un factor que desde el primer momento redujo la credibilidad en las medidas sanitarias aplicadas por el Gobierno y el cumplimiento de ellas por parte de la población.
De esta forma, a pesar de que las cifras comienzan a ser un poco más alentadoras, todo indica que el confinamiento deberá continuar en las comunas de la región de Antofagasta al menos hasta llegar a los parámetros de contagio, positividad y casos mínimos, para un posible avance a la transición. Un proceso que aún no parece estar muy cercano en el horizonte y para el cual resulta imprescindible, además de las correctas medidas por parte de la autoridad, el compromiso de cada ciudadano con cuidarse a si mismos y a los demás.