Este domingo 18 de mayo se conmemora en Chile el Día Nacional contra la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA), una de las más graves y persistentes vulneraciones de derechos que afectan a la infancia en el país.
Según el más reciente boletín de la plataforma “Actuar es Urgente”, entre 2022 y 2023 los casos de ESCNNA aumentaron en un preocupante 29%. Las principales víctimas son niñas y adolescentes mujeres, quienes representan el 86% de los casos registrados, mayoritariamente entre los 14 y 17 años.
Este incremento no es un hecho aislado. Factores como la naturalización de la violencia sexual, el machismo estructural, la ineficacia de políticas públicas y el uso creciente de tecnologías digitales han propiciado nuevas formas de explotación, incluyendo el grooming y la difusión de material sexual infantil en redes sociales.
Desde la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres advierten que esta violencia se sostiene sobre una sociedad capitalista y patriarcal que mercantiliza los cuerpos de niñas, niños y adolescentes al servicio de redes de abuso y explotación con una preocupante impunidad.
A esto se suma una grave carencia de información oficial, considerando que, el último estudio nacional con cifras sobre explotación sexual infantil fue realizado en 2003, dejando al país sin una base de datos actualizada para diseñar políticas públicas efectivas. La falta de coordinación interinstitucional entre organismos estatales, ONGs y la sociedad civil también ha sido una constante crítica por parte de especialistas.
En este contexto, las organizaciones sociales interpelan directamente al Estado, señalando su responsabilidad ante casos sistemáticos ocurridos incluso bajo su custodia, como los que han sido denunciados en el ex SENAME —hoy Servicio Mejor Niñez— donde se han documentado redes de explotación que operaban al interior de centros de protección estatal.
“Urge promover una vida libre de violencia en todos los espacios. La prevención, la detección temprana y la reparación deben ser prioridades. Pero también, necesitamos transformar las estructuras culturales que sostienen esta violencia y dejar de responsabilizar a las víctimas”, expresaron desde la Red Chilena.
Este 18 de mayo, el llamado es a visibilizar, prevenir y denunciar. La explotación sexual de niñas, niños y adolescentes es un delito, no un tabú. La infancia no se protege con silencio: se protege con acción.