Durante el pasado domingo el Director de El Mercurio de Antofagasta, publicó una editorial relacionada al estudio “Metales y Perfil Epidemiológico” realizado en la ciudad, indicando que entregan “una buena noticia” para la que en su opinión “es una ciudad sana”.

El Periodista Víctor Toloza desliza además una dura critica a movimientos y organizaciones sociales locales -grupos de interés según su definición- a los que acusa de promover una “Mentira contumaz” en sus alegaciones contra los índices de cáncer, metales pesados y contaminación en la ciudad.

Una opinión valiente, como la definieron en redes sociales algunos directivos y allegados a organizaciones empresariales locales, porque en efecto, con ellas Víctor Toloza representando a su medio se asume a si mismo como el vocero oficial de quienes pretenden dejar atrás y ojalá borrar de la memoria colectiva los cuestionamientos de organizaciones sociales, autoridades, investigadores de las distintas universidades y el Colegio Médico de Chile a las muertes por cáncer, calidad del aire, agua y niveles de contaminación en la región.

Se trata de una opinión personal realizada por un colega que es del todo válida y respetable, que tiene toda la posibilidad de ser verdadera, pero en ningún caso se trata de una verdad absoluta como pretende plantearse.

Si nos remitimos al análisis estricto y riguroso de los hechos, podemos señalar que desde el departamento de prensa del Gobierno Regional de Antofagasta se envió una declaración de prensa a los diferentes medios locales, informando sobre el estudio, comunicado que llevó por título “Investigación demuestra que existen valores bajos de exposiciones a metales y distribuidos de manera homogénea en la ciudad“.

Sin embargo, no se adjunta en ninguna parte de este comunicado el estudio en cuestión, cuyo contenido y resultados detallados no han sido informados aún a la opinión pública y tampoco al Consejo Regional, mandante del estudio, tal como confirmaron miembros del CORE de diferentes bloques políticos y también el Presidente del Colegio Médico al programa Antofagasta Debate.

De esta manera, podemos comprobar que el título del comunicado corresponde a una interpretación que realiza el Gobierno Regional tras la revisión del estudio, que puede estar en lo cierto o no -algo que cada ciudadano podrá juzgar con el estudio en sus manos- pero no corresponde al ejercicio serio y responsable del periodismo que una interpretación de un hecho sea asumida como una verdad contrastada por el medio de comunicación. Menos aún el aventurar una editorial con análisis y acusaciones en contra de integrantes de una comunidad sin tener sobre la mesa los resultados del estudio.

La apología de la “ciudad sana” es una verdad, para una sola persona o un grupo de interés en particular. Pero hay muchas otras verdades e interpretaciones sobre este tema que también resultan válidas para el análisis, más aún si los resultados del estudio todavía no están disponibles para la comunidad.

De acuerdo al último Censo, en nuestra ciudad de Antofagasta hay 380.695 verdades, varias de ellas relacionadas con personas a las que se les ha diagnosticado cáncer y presencia de metales pesados en su sangre. La responsabilidad obligatoria que tenemos los periodistas y los medios de comunicación es actuar con seriedad otorgando voz a esa realidad heterogénea y diversa de la mejor manera posible, en lugar de pretender imponer como verdad absoluta una única visión particular.